Viejos insecticidas en la lucha contra el dengue

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Componentes químicos como la bifentrina o lambdacialotrina que pueden conseguirse en Guadalajara son altamente efectivos contra el mosquito transmisor del dengue, pero también existen insecticidas de origen vegetal que además de matar al insecto, no dañan el medio ambiente. Sin embargo, la Secretaria de Salud Jalisco (SSJ) utiliza desde hace varios años un insecticida de vieja generación: aqua reslin, el cual no está avalado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a que su fórmula es tóxica.
El 4 de abril de 2008, la Oficina regional de la OMS dio a conocer a las autoridades sanitarias en México la “Evaluación externa del programa nacional de prevención y control de dengue en México”, documento en el que resaltaron una advertencia: descontinuar el uso de Aqua Reslin Super EW y toda formulación similar, debido a que no había sido evaluado por el organismo internacional.
Además, la OPS y la OMS, en ese entonces advirtieron que en nuestro país existía un manejo inadecuado de insecticidas, lo que incluye, su control de calidad, almacenamiento, operación de campo y monitoreo del desarrollo de la resistencia.
Al respecto, Jaime Santillán Santana, investigador del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) y miembro del Observatorio para la Salud (OSA) de la UdeG, señaló que el químico que utiliza la SSJ “no es el más adecuado. No es una mala molécula, pero el problema es que tiene muchos años de uso, por lo que el mosquito ya creó resistencia hacia el producto. Les estás aplicando algo que ya no está funcionando, tienes que cambiar de molécula”.
El académico aseguró que este insecticida, el cual a la fecha es el que utiliza la dependencia, no es el más indicado para evitar la propagación del Aedes Aegypti, debido a que el mosquito se ha hecho resistente a este componente.
Jaime Santillán agregó que existen “la bifentrina o lambdacialotrina, que podrían funcionar mejor que el aqua reslin, que sólo es una permetrina, una molécula de vieja generación que ni siquiera es más barato. El costo de todas las moléculas de este tipo es muy similar, únicamente podría variar alrededor de diez pesos”.
Un insecticida siempre es tóxico y causará daños al ambiente, pero existen algunos más agresivos que otros, resaltó el investigador del CUCBA, Jaime Eduardo Reyes Hernández. “No hay ninguna molécula sintética que no lleve un riesgo ambiental. Las sustancias más modernas no son tan agresivas con el ambiente, son más seguras para el ser humano pero existe un riesgo, siguen siendo venenos. Recomiendo una alternativa más ecológica, económica, que lleve un impacto ambiental más favorable y controle la plaga. Por ejemplo los insecticidas vegetales, sustancias que producen las plantas y que tienen una acción de repeler y matar a los mosquitos”.

“Todo mundo quieren que fumiguen”
En la colonia La Sagrada Familia en el municipio de Guadalajara, el mosquito Aedes Aegypti, habita en una casa abandonada ubicada sobre la calle Eulogio Parra, según cuenta Adriana Moreno, quien vive a un costado de ésta.
El inmueble con más de 15 años de abandono está cubierto de maleza. Sus paredes destruidas exclusivamente tienen humedad. En el interior, el lodo y los charcos de agua estancada alimentan a los animales que ahí habitan.
Vecinos de esa zona indican que se han registrado varios casos de dengue a causa del mal estado del inmueble. Uno de ellos es Joel, quien sufre de dengue clásico y tiene más de ocho días incapacitado, según cuenta su esposa Adriana Moreno.
En caso de presencia de moscos, la SSJ difundió el teléfono 33 30 96 02, en el cual habitantes de Guadalajara pueden solicitar que brigadistas acudan a fumigar. Después de varios días marcando este teléfono, Adriana no ha tenido suerte. “Está ocupado o no contestan. Diario marco como diez veces y nada. Necesitamos que vengan a fumigar porque cada día hay más mosquitos”.
Sin embargo, en el departamento de comunicación social de la dependencia informaron que no es posible fumigar el área, debido a que, a pesar de que se encuentra en completo abandono, es propiedad privada, por lo que en este caso, el responsable de su estado es el ayuntamiento.
Muy cerca de la Barranca de Huentitán, en una residencia que colinda con el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), también existe un foco importante de dengue. Según reportaron estudiantes y académicos del plantel, este criadero es la azotea de una casa que alberga gran cantidad de basura, láminas, hules y plásticos en mal estado, cacharros que almacenan el agua de lluvia. Vecinos de la zona y miembros del CUAAD también intentaron sin éxito comunicarse a los teléfonos proporcionados por la SSJ.
Según la directora general de Salud Pública, Elizabeth Ulloa Robles, la SSJ recibe un sinnúmero de oficios diariamente “donde todo mundo quiere que fumiguen”. Indicó que “la fumigación no es el total de lo que tenemos que hacer. Las primeras medidas que tenemos que hacer son vigilar nuestro entorno y ver qué es lo que está produciendo el mosco. El control del dengue es responsabilidad de todos. Es responsabilidad del propietario de cada establecimiento estar dando mantenimiento y, dentro de éste, la limpieza, la descacharrización y la fumigación”. (Público-Milenio, 12 de septiembre de 2009).

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