Entregan a la uruguaya Fernanda Trías el Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2021

Su obra “Mugre rosa” conmueve con su duro discurso en contra del daño ambiental que ha provocado una pandemia; situación que superó la ficción

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Foto: Fernanda Velázquez

Ella no hace activismo ecológico, sino literatura. Y la literatura distópica que la uruguaya Fernanda Trías hace hoy es tan palpable que hay quien incluso le ha dicho que predijo la pandemia con su obra Mugre rosa.

Esta obra narra cómo un “viento rojo” de peste y contaminación obliga a la humanidad a resguardarse en sus hogares, le valió a la escritora el Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz en su edición 29, durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).

Este miércoles, en el Auditorio Juan Rulfo de Expo Guadalajara, la autora recibió el reconocimiento que se le otorga a las máximas exponentes de la literatura iberoamericana, de manos del Rector General de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí.

“El mundo distópico de Mugre rosa, en pocos meses, pasó de existir únicamente en mi imaginación a ser alcanzado por la realidad: tapabocas, hospitales voluntarios y obligatorios…”, dijo Fernanda Trías durante su discurso de agradecimiento.

Foto: Fernanda Velázquez

“Noticias falsas, control sanitario y estatal, miedo, confusión, negacionismo, cuerpos que se acumulaban en camiones o que se recogían de las calles, muertos que eran cifras, cálculos de probabilidades”.

La pregunta, dijo, no sería por qué escribir una distopía, una ciencia ficción climática, sino cómo no escribirla cuando el ser humano ha alterado la atmósfera, los océanos, el clima y los ecosistemas.

Mencionó que en su novela la mugre rosa es un subproducto cárnico, un aditivo, una mezcla de grasa, pellejos, cartílagos, vísceras, huesos, cabezas y patas que se calienta y centrifuga y se desinfecta con amoniaco que se rellena en hamburguesas, nuggets y más; un producto de la voraz industria.

“No se trata de activismo ambiental, yo sigo hablando de literatura”.

Foto: Fernanda Velázquez

Ese extraño enemigo que en la historia acecha a quienes la protagonizan (una mujer y un pequeño) no es lejano a lo que ya está ocurriendo hoy en el planeta.

“Para evitar lo peor, las emisiones globales de dióxido de carbono tendrían que reducirse en un 45 por ciento antes de 2030 y actualmente los compromisos que asumieron los distintos países sólo alcanzaría para disminuirlas en un uno por ciento”, compartió.

“Así las cosas se estima que el 84 por ciento de las regiones que hoy son habitadas por seres humanos se habrán convertido en entornos de enfermedades letales, todos datos de la ONU”.

La directora de la FIL, Marisol Schulz, reconoció que la obra de Trías la colocan en el historial de reconocimientos a grandes escritoras iberoamericanas.

Mugre rosa es efectivamente una historia sobre el cambio en la que la autora nos muestra la vida de una pandemia, en la ciudad de Montevideo, poniendo el foco en las relaciones afectivas de sus personajes”, detalló.

Foto: Fernanda Velázquez

“Con una prosa atrevida y en instantes poética, Fernanda nos presenta un argumento en que la condición pandémica es un símil de la propia condición humana”.

La escritora mexicana Ave Barrera leyó el dictamen del jurado, que reconoce en la obra galardonada un lenguaje depurado sobre “un mundo amenazado por la extinción de la naturaleza, que desarrolla atmósferas enrarecidas e imágenes inquietantes en un mundo en catástrofe”.

La escritora chilena Andrea Jefanovic reconoció de Trías su capacidad de hacer historias que exploran el miedo y el encierro, como metáfora de la condición humana. Recordó que Mugre rosa es uno de los mejores libros en español de 2020 mencionados por el New York Times.

Pide un alto a cuestionamientos absurdos

Foto: Fernanda Velázquez

Fernanda Trías se dijo contenta de obtener el premio; sin embargo, se dijo extrañada de la insistencia de quienes preguntan sobre “un boom de mujeres escritoras”.

“La pregunta es insistente porque intenta buscar una respuesta en el lugar equivocado. ‘Algo debe estar pasando en su calidad de sus obras’ –parecen decir–. ‘Tal vez se trate de una generación brillante o excepcional’”.

“La historia misma de este premio da cuenta de que no es así y la justa reparación mediante reediciones y premios. A las escritoras se nos pide que hablemos de nosotras mismas, sobre el hecho ‘inaudito’ y aparentemente inimaginable de que un cuerpo de mujer escriba y de que ¡oh, sorpresa!, lo haga bien”.

Indicó que su protesta radica en que no quieren que se les saque de un ghetto para que se les ponga en otro y que seguirá trabajando para “desbiologizar” la literatura y democratizar la letra.

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