Luis Vicente de Aguinaga habla de sí mismo en «Desviación vertical disociada»

El libro ganador del Premio Nacional de Poesía "Ramón López Velarde” 2021 se compone de poemas y textos en prosa cuyo hilo conductor es el propio autor: su vida, cotidianidad y, también, partes de su cuerpo

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Desviación vertical disociada es el nombre científico de un tipo de estrabismo que el poeta Luis Vicente de Aguinaga padece, y pensó que, después de tantos dolores de cabeza y de cuello, bien podía tomar de este trastorno un poco de lo que le había quitado. Entonces decidió que ése sería el título de su libro que resultó ganador del Premio Nacional de Poesía «Ramón López Velarde” 2021, que le otorgó la Benemérita Universidad Autónoma de Zacatecas (BUAZ) durante el Festival Internacional de Poesía del mismo nombre que se llevó a cabo entre el 1 y el 4 de diciembre de 2021.

Luis Vicente de Aguinaga nació en Guadalajara, Jalisco, el 6 de octubre de 1971. Poeta y ensayista, es académico del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH).

En su trayectoria como escritor ha recibido el Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta 2003 con la obra Por una vez contra el otoño; el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2004 por Reducido a polvo; el Premio Nacional de Ensayo Joven José Vasconcelos 2005 por La migración interior: abecedario de Juan Goytisolo, y además fue acreedor a la medalla Wikaráame al Mérito Literario en las Lenguas de América 2019, otorgada por el Gobierno del Estado de Chihuahua.

Foto: Adriana González

¿Cómo está organizado el libro?

El libro de poesía Desviación vertical disociada está dividido en siete secciones, cuatro de éstas son de poemas convencionales, en verso libre, y tienen nueve poemas cada una, sumando en total 36 poemas; y las secciones pares, es decir la segunda, cuarta y la sexta, que son como los intermedios de las secciones impares, están compuestas de diferentes tipos de textos en prosa: una sección está hecha de cinco poemas en prosa; las otras dos, de notas, aforismos y apuntes en prosa. Resumiendo, son cuatro secciones en verso, intercaladas con tres secciones en prosa.

¿Cuándo empezó y cuándo terminó el libro?

No conservo un recuerdo muy claro de cuándo lo comencé, pero debe haber sido en 2016 por lo que atañe a los poemas en verso. En cuanto a los textos en prosa, como los saqué de cuadernos en los que escribo, me resulta más difícil saber cuándo escribí los más antiguos. Me imagino que en algunos casos habrá ciertas notas, apuntes y aforismos de hace diez o doce años. No es tanto como pasa con un novelista o cronista que puede recordar el momento en que empieza a escribir un libro, en mi caso es mucho más difícil conservar el recuerdo del día en que comencé.

¿Qué es lo que une a los versos?

Lo que tienen en común los textos soy yo. Cada poema se refiere a algo de mí, incluso anatómicamente. Por ejemplo, la sección cuarta de poemas en prosa, que se titula «Conocimiento», consiste en una serie de textos en los que me refiero descriptivamente a partes de mi propio cuerpo. En otras partes, hay poemas que se refieren a incidentes, a singularidades de la vida cotidiana, episodios buenos, malos, de lo que va ocurriendo, aunque, insisto, no es un libro de memorias, ni autobiográfico, sino un libro de poemas.

Foto: Cortesía

¿Qué significa para usted haber ganado este premio?

Es una experiencia formidablemente enorgullecedora. En primer lugar, porque es un premio de concurso. Yo estaba consciente de que deseaba ganarlo al preparar el libro y mandarlo al concurso. Quería obtener el premio. Lo que pasa es que uno tiene experiencia de otros concursos en los que no ha habido tanta suerte y sabe que puede ocurrir que simplemente el ganador sea otro poeta. Además, admiro a los miembros del jurado y a otros ganadores del premio de años anteriores. Eso me hace sentir parte de una comunidad de poetas y lectores admirables.

Por otro lado, está el hecho de que este año se cumplen cien años de la muerte de Ramón López Velarde, y me acaba de publicar el Instituto Cultural de Aguascalientes un libro sobre él, ya que además de poeta, soy ensayista. Estuve metido en el mundo de este poeta, en su poesía, en los incidentes de la vida y obra de este autor, y entonces ganar como poeta un premio que tiene su nombre, me hace sentir especialmente feliz porque me siento conectado con este autor como ensayista y como poeta.

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