Las «confidencias» de J. M. Servín

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El ser humano maleado o destruido por las ciudades, sus condiciones y vicisitudes, son algunos temas que J. M. Servín trata en sus obras. El autor se basa en la observación aguda y en sus vivencias para dar vida a universos complejos. Confiesa que para él escribir es un oficio que requiere de la habilidad de crear personajes que el lector pueda sentir reales. Su estilo lo define como directo y descriptivo. Su mirada, escéptica.
Para Servín el periodismo no está peleado con la buena literatura. El periodismo narrativo está comprometido con el lenguaje. Tal vez de ahí derive su decisión de utilizar como elementos narrativos formas híbridas, en las que combina los recursos del periodismo con las técnicas de ficción, la biografía documental y la historia social.
En su trayectoria como escritor destaca haber sido acreedor al Premio Nacional del Testimonio 2001 y del Premio Nacional Fernando Benítez de Periodismo (2004). Es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte desde 2005.
En coincidencia con el aniversario de sus 50 años de vida, editorial Almadía ofrece algunas de sus obras en las principales librerías de la ciudad. Entre éstas, Cuartos para gente sola. Su ópera prima fue publicada en 1999 por Nitro Press; Por amor al dólar, por Planeta Joaquín Mortiz, en 2006 y D.F. confidencial, editada por Almadía en 2010.
J. M. Servin nació en el Distrito Federal en 1962. Desde niño se acostumbró a leer. En Por amor al dólar confiesa: “Hasta el final de sus días mi padre fue lector de periódicos vespertinos. A los diez años me dio a leer El viejo y el mar y Sin novedad en el frente. Una de mis hermanas trabajó en la librería infantil y todos los sábados me llevaba con ella a soterrarme en el salón de lectura del segundo piso”.
En su visita a Guadalajara, en julio de 2010, señaló: “Gracias a la literatura no terminé preso, porque las únicas opciones con las que crecí fueron dos: trabajar en una fábrica o la cárcel. La literatura me hizo más consciente de mi origen de clase, de dónde vengo, de dónde salí, y le debo todo lo que tengo ahora, pese a mis fallas”.
J. M. Servín es uno de los principales exponentes nacionales del periodismo gonzo, un subgénero del nuevo periodismo, en el que el periodista se convierte en parte importante de la historia, en un actor más, y cuyo “autor intelectual” fue Hunter S. Thompson.
En Por amor al dólar, su búsqueda lo lleva al Bronx, Dublín y París. En esta crónica novelada el autor narra su experiencia como indocumentado. Da cuenta de las jornadas extenuantes de trabajo, de los sueños y esperanzas de los braceros y las diferentes estrategias que desarrollan para encarar la vida. El autor se vuelve corresponsal de sí mismo, integrándose a la realidad observada.
Esta obra está emparentada con la novela picaresca. El autor, a su vez narrador y personaje, recuerda a los pícaros de bajo rango social que aspiran a mejorar su condición, propios de la novela del siglo de oro español. Da la impresión de que Por amor al dólar está emparentada con Lazarillo de Tormes, publicada en 1554 y El periquillo sarniento, novela del siglo XIX, escrita por José Joaquín Fernández de Lizardi. J. M. Servin recurre a procedimientos como el engaño para sobrevivir y ganar dinero extra en la tierra del tío Sam.
Su instinto de supervivencia en el país del norte lo lleva a agudizar su viveza e ingenio. Su poder de observación, a realizar duras críticas a un país que a pesar de ser potencia mundial, ostenta profundas diferencias entre los que nada poseen y los que viven holgadamente.
En D.F. confidencial, sin abandonar el periodismo gonzo, el autor combina la crónica, el reportaje y el ensayo. La obra retrata vidas comunes, pero a la vez picarescas marcadas con ciertas dosis de realismo, el que llega a ser trágico. Las crónicas tienen como escenario principal el Distrito Federal y la zona conurbada.
En la novela Cuartos para gente sola, el autor hace un recorrido por barrios peligrosos de la Ciudad de México y pone en evidencia sus vicios y lacras. En este universo, las pandillas, familias disfuncionales y el abuso constituyen una realidad, de la cual da la impresión de que no hay escapatoria.
Su primera novela es calificada por algunos críticos, como el revés de la clásica, que conlleva un aprendizaje, ya que en este autor no hay redención. La realidad que muestra es ruda y cruel. En Cuartos para gente sola, la vida desafía a sus personajes y los conduce a extremos.
J. M. Servín también escribió Revólver de ojos amarillos, compilado de cuentos que hablan sobre escenarios de decadencia urbana, donde viven personajes desesperadamente solos y humanos.
Otra de sus obras es Al final del vacío, novela que trata de la búsqueda de un cínico de su media naranja.

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