La Sierra de Manantlán se fragmenta

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Los ecosistemas tienen un equilibrio perfecto. Cuando hay algún cambio, éste afecta a la biodiversidad. De ahí la importancia de que se cuiden los bosques. De su preservación depende la existencia de diferentes especies y el futuro bienestar del hombre aseguró Óscar Cárdenas, profesor investigador del Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSUR), quien realiza investigaciones sobre cambio de cobertura vegetal en la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán.
La disminución de la mancha boscosa genera un proceso de fragmentación de los bosques, por lo tanto las especies de animales tienen menor superficie para habitar. En la Sierra de Manantlán el principal agente que causa la pérdida de los bosques son las actividades agropecuarias. Otros factores son los incendios forestales y la urbanización, pero estos son secundarios.
Desaparición de especies
Como consecuencia de la explotación de los bosques desapareció de la Sierra el pájaro carpintero imperial. Medía más de medio metro. Anidaba en árboles que medían alrededor de 50 metros de altura, pero a medidos del siglo pasado la tala intensiva de los bosques provocó su extinción. En 1968 fue vista por última vez dicha especie. “Algunas especies pueden extinguirse a nivel local o mundial, a otras las obliga a emigrar”.
Por el momento el equipo de investigadores que comanda Óscar Cárdenas están inmersos en el estudio de la población del jaguar y como impactan a ésta los cambios en el bosque. La investigación inició en enero. El plan es tener resultados prelimninares a mediados de este año. En el proyecto participan además el doctor Luis Ignacio íñiguez Dávalos, especialista en mamíferos; Sarahí Contreras Martínez, especialista en aves. En total están involucrados cuatro investigadores de la Universidad de Guadalajara y la Universidad de Wisconsin.Como todos los depredadores, el jaguar ayuda a regular las poblaciones de los herbívoros. Si desaparece, entonces éstas pueden incrementar considerablemente, demandar más alimento y afectar la regeneración del bosque al impedir que crezcan nuevos árboles.

Lenta deforestación
La tasa de deforestación en la Sierra de Manantlán se ubica entre un .4 y un .5 por ciento anual. Para hacer dicho cálculo investigadores del CUCSUR hicieron el análisis de pérdida de bosques en tres comunidades rurales: Ejido Zenzontla; Ejido Ayotitlán y la comunidad indígena de Cuzalapa.
El investigador aclaró que hay áreas donde hay mayor deforestación que otras. “Las zonas que presentan más problemas son los lugares donde hay selva baja. Podemos encontrar tasas del 1 al 1.5 por ciento de deforestación anual. Esto debido a que se trata de áreas ubicadas cerca de las poblaciones urbanas donde la gente puede utilizar la tierra para actividades agrícolas”.
La importancia de que se preserve es que dicha área es hogar de una gran variedad de especies animales y vegetales. En la Sierra de Manantlán pueden encontrarse ejemplares del más del 30 por ciento de todas las especies de aves en México, también es hogar de ejemplares de los siete felinos que viven en territorio nacional, así como innumerables plantas e insectos. Cada año son descubiertas nuevas especies. Por lo general una al año.
“Hay especies vegetales que podrían resultar ser muy útiles para la medicina, si se pierden, pues nunca lo vamos a descubrir. Otras pueden servir para mejorar las características genéticas de los cultivos. Por ejemplo, el maíz silvestre puede ayudar a obtener un producto para cultivo más resistente a las inclemencias del tiempo”.
La pérdida de los bosques también afecta el cultivo de los plátanos y pitayos, ya que dependen de la polinización realizada por diversos animales, como los murciélagos nectarívoros. Si éstos desaparecen, entonces también hay un impacto económico.
La tasa de deforestación promedio de la Sierra de Manantlán está por debajo de la media nacional que se ubica del 1.5 al dos por ciento. Con el paso del tiempo ésta ha disminuido. Hasta el año 2000 la Sierra de Manantlán área perdía un dos por ciento de la superficie de bosque de manera anual.
El establecimiento de la reserva impidió que continuaran explotándose los bosques de manera intensiva, además ayudaron las acciones promovidas por la Dirección de la Reserva Biosfera de la Sierra de Manantlán, una dependencia de la Comisión Nacional de íreas Protegidas para que la gente tomara conciencia sobre la importancia de preservarlos.
El investigador señaló que es imposible detener por completo la deforestación. “Esto es muy difícil porque la población humana crece y necesita áreas para cultivo. Lo que sí puede lograrse es disminuirse al máximo la pérdida de los bosques e incentivarse sistemas de rotación para dejar descansar la tierra y el bosque se regenere”.

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