Licencias de manejo falsas

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    Fui a tramitar mi licencia de manejo y al ir cruzando la calle hacia el parque, frente a las instalaciones de la Secretaría de Vialidad, ubicada en Alcalde, ya tenía miles de personas ofreciendo sus servicios: unos baratos, otros más caros, en fin, ya ni sabía qué hacer con tanta gente a mi alrededor. Llegué a pensar que me robarían mis pertenencias, pero gracias a Dios no pasó a nada.
    Lo interesante del asunto fue que todos los que se acercaron a mí decían tener amistad con Verdín, tanto que les autorizaba todo. Les creí —como buen mexicano— y me embaucaron para que hicieran el trámite.
    Me lo pintaron tan bonito que accedí y en dos horas ya tenía mi licencia. Sin embargo, en la espera observé cómo fueron abordadas otras personas. A unas no les trajeron nada y se llevaron su dinero, que va de los 900 a los mil 300 pesos, una cantidad que pesa dejársela a esos tipejos, quienes deberían ponerse a trabajar. Lo más curioso es que fui con un agente de tránsito, para comprobar la autenticidad de la licencia, me la revisó y me dijo “Te hicieron pen… es falsa”. Qué coraje sentí, pero contra mí por confiado.
    Es por eso que les escribo, para que la gente que apenas tenemos los recursos no acudamos con ellos. Si las autoridades no lo hacen, los ciudadanos acabaremos con ellos.

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