La influenza y las campañas electorales

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A raíz de la contingencia epidemiológica, declarada a fines del mes de abril del 2009 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por el gobierno de México, generada por la aparición y diseminación entre la población del virus de influenza humana A H1N1, también denominada “influenza porcina”, se generó un cambió en la forma como se realizan las campañas electorales en México.
Este cambio no sólo incluyó el aspecto de la salud como tema importante dentro de la agenda de las campañas, sino también transformaciones de la forma como se relacionan y comunican los partidos políticos y sus candidatos (y equipos de campaña) con los electores. En lo particular, las concentraciones masivas, los mítines, las visitas domiciliarias para la promoción del voto y la distribución de volantes han experimentado cambios importantes, según los recomienda el protocolo sanitario para campañas, emitido por la Secretaría de Salud. Los cubrebocas han desplazado a los objetos utilitarios (gorras, pelotas, bolsas, etcétera) y los volantes con indicaciones sanitarias han desplazado a los trípticos con contenido eminentemente político.
Sin embargo, el cambio más importante que viene y, que de cierta forma ya se vislumbra, tiene que ver con la estrategia de campaña que, muy seguramente, usarán los partidos y sus candidatos para tratar de “lucrar electoralmente” con la contingencia sanitaria y así tratar de ganar las próximas elecciones, tanto locales como nacionales.
Lo que veremos en materia de estrategia electoral será la imposición de un modelo bipolar de campaña, caracterizado por el despliegue de dos arquetipos excluyentes de campaña, en la que, por un lado se presentará el partido gobernante como un héroe, al actuar de manera “transparente, oportuna y responsable” para acabar con el peligro que representaba la influenza humana y, por el otro, los partidos de oposición, publicitarán y magnificarán los errores, insuficiencias e ineptitudes de los gobernantes para hacer una correcta gestión de la emergencia sanitaria.
Estos dos arquetipos se diferencian tanto en la forma como el contenido, ya que el primero presenta a los gobernantes y a su partido (y sus candidatos) como héroes o titanes, mientras que el segundo asemeja a los gobernantes con villanos o rufianes.
A continuación se expone de forma muy resumida, el contenido de estos dos modelos teóricos de campaña, que muy seguramente empezaremos a ver en las actuales contiendas electorales en Jalisco y a nivel nacional.

A. El arquetipo de la campaña de titanes
Primero. Crea ante los electores una situación temible sobre un hecho real o magnificado. En el caso de las emergencias epidemiológicas, el objetivo es presentar la influenza humana como una situación temible y peligrosa, altamente contagiosa y para la cual, como es una enfermedad nueva, no hay vacunas. Recuerda lo que señaló George Bernard Shaw: “el miedo puede llevar a los hombres a cualesquier extremo”.
Segundo. Presenta la crisis como un asunto serio, grave y peligroso que requiere especial atención. Habla de la gravedad de la situación, convoca a la población a actuar de inmediato y, sobre todo, impone medidas de emergencia nacional, asegurándote el atemorizar a la gente.
Tercero. Provee una solución eficaz, pertinente y acertada sobre el mal que amenaza a la sociedad y pone en duda el futuro y el bienestar de la gente si no se actuaba de manera comprometida y oportuna.
Cuarto. Preséntate con sutileza ante la gente. Al final como un héroe, que solucionó de manera oportuna, valiente y responsable el problema. Halaga a los ciudadanos de manera recurrente, felicitarlos por la solución, habla de su valentía, coraje y mérito para superar la contingencia. Habla de lo que hubiera pasado (catástrofe) si no se hubiese actuado a tiempo y con las medidas adecuadas. Señala sobre lo que hubiera pasado (calamidad y desastre) si los adversarios estuvieran en el poder.
Finalmente, lucra electoralmente con el problema, subrayando las acciones responsables que has tomado y gana con ello las contiendas electorales.

B. El arquetipo de la campaña de villanos
Primero. Culpa de la situación temible al gobierno y partido gobernante, subrayando y magnificando las políticas y decisiones equívocas que han impulsado en la gestión de la contingencia, como ocultar información, desinformar y crear incertidumbre y pánico entre la población.
Segundo. Preséntalos como gente incompetente, falsa e irresponsable, que ocultó y manipuló la información en perjuicio de la nación. Señala que la pésima gestión de la información por parte de los gobernantes en turno generó un daño grande a la imagen de México y a la economía y bienestar de sus habitantes. Márcalos como villanos.
Tercero. Publicítate —a través de todos los medios posibles— como la única opción que garantiza el cambio que la gente quiere y el país necesita. Señala que para asegurar un regreso a la normalidad y evitar crisis o contingencias sucesivas y mal gestionadas es necesario votar por el cambio.
Cuarto. Preséntate ante los electores como el candidato y el partido de la esperanza, como el titán que es capaz de derrotar la adversidad, como el único coloso que posee el talento, el liderazgo y la capacidad para llevar al país a un buen puerto.
Finalmente, lucra electoralmente con la crisis o emergencia, obteniendo el respaldo necesario de los votantes para ganar la contienda electoral. Recuérdales la frase de Publio Siro, que señala que “nadie llega a la cumbre acompañado por el miedo”.

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