Lagos de Moreno, población de la región Altos Norte de Jalisco, es la cuna de ilustres insurgentes, constituyentes, poetas, escritores, músicos, políticos, diplomáticos, historiadores, pintores, arquitectos, escultores y deportistas. Por algo fue que el escritor Agustín Yáñez la bautizó como “La Atenas de Jalisco y capital del espíritu provinciano”.
Esta ciudad ha sido permanente semillero de grandes literatos. Novelistas como Mariano Azuela, Carlos González Peña, el fabulista José Rosas Moreno y el poeta Francisco González León, son una muestra de las grandes personalidades que aquí han surgido.
En la actualidad se mantiene activa la producción literaria y eso ha propiciado que inevitablemente se creen espacios desde donde se puedan dar a conocer las nuevas voces de la poesía. Ante esta necesidad, dos mentes inquietas tuvieron la iniciativa de proponer a las autoridades laguenses la creación del “Encuentro de Poetas Francisco González León”, como una nueva plataforma no sólo para los oriundos de Lagos de Moreno, sino para todos los poetas jaliscienses. Berónica Palacios (originaria de Chapala) y Dante Alejandro Vázquez (de Lagos de Moreno), poetas ambos, presentaron el proyecto y se encargaron de gestionar los espacios y recursos para que esta idea se pudiera materializar.
Así, desde 2013, dentro del marco de las Fiestas culturales de Marzo, se inauguró el “I Encuentro de Poetas”, que albergó alrededor de 50 escritores del estado de Jalisco, cerca de 20 laguenses y de diferentes puntos, como Puerto Vallarta, Jocotepec, Ocotlán, Zapotlán el Grande, y por supuesto la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Algo muy importante de mencionar es que durante el evento se entrega un reconocimiento a un poeta que por su trayectoria lo merezca. El reconocimiento consta de una escultura del artista laguense Lázaro Prado y un pergamino con dicha mención.
No estoy segura si Berónica y Dante tenían idea del alcance de este evento, lo que sí sé es que fue necesaria la creación de un comité organizador para poder llevar a cabo las diferentes funciones que un evento como tal requiere, lo cual implicó involucrar personas de Lagos de Moreno pero también de otras entidades del estado, con lo cual se fue enriqueciendo más el encuentro.
En este año el encuentro llegó a su séptima edición y si las fechas no les checan, es porque en 2015 no se aprobó el presupuesto, lo cual derivó en dos cosas importantes: primero la suspensión del encuentro ese año y, segundo, comenzar a gestionar recursos de manera independiente para llevar a cabo nuestro cometido.
Desde meses antes se comienza con los preparativos, se hace una lista de posibles invitados, se visualizan los potenciales galardonados, se buscan los conferencistas y se comienza a hacer las gestiones de recursos económicos y de espacios, así como el desarrollo de la logística.
El esfuerzo realizado cada año, se ha visto siempre recompensado con la satisfacción de tener un verdadero hermanamiento a través de la poesía y lograr que personas que antes no lo hacían, se interesen en este género literario. Entonces me doy cuenta de que el comité organizador pasó de ser de cuatro personas, a una gran red de gente entusiasmada por las letras, personas que se han adueñado del encuentro.
Cabe mencionar que una de las virtudes de este encuentro, es que no estamos esperando que la gente asista de manera espontanea a las actividades que se llevan a cabo, ya que es bien sabido que eso es poco probable. Arropados siempre por la generosidad de los poetas que nos visitan, nos dedicamos a llevar la poesía a través de mesas de lectura o talleres a escuelas, comunidades, centros culturales y felizmente se ha alcanzado hasta el reclusorio.
Además se programa un “tendedero poético y micrófono abierto” que se realiza en la plaza principal, donde poetas o transeúntes pueden tomar la palabra para leer alguno de los textos del tendedero o algún otro que quieran compartir, siendo así la poesía la protagonista en todo momento.
Personalidades como Carmen Villoro, Jorge Souza, Ricardo Yáñez, Sihara Nuño y Raúl Bañuelos, entre otros, han sido parte de estos encuentros que ahora abarcan más allá del territorio jalisciense. Talleres, mesas de lectura, presentaciones y ventas de libros, conferencias, exposiciones de artistas plásticos, venta de artesanías, tendedero poético, eventos musicales, la entrega del reconocimiento Francisco González León, el hermanamiento entre poetas y por supuesto el obligado ágape, es lo que año con año permite que se mantenga vivo este ya reconocido encuentro.