La construcción de una radio

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Es fácil afirmar que Radio Universidad de Guadalajara ha permanecido al aire 18 millones 396 mil minutos durante 35 años, pero para gestarse vivió en silencio otros cinco millones 256 mil minutos, es decir, casi la tercera parte de su vida al aire permaneció en planes, citas, burocracia, solicitudes y un enorme esfuerzo para concertar voluntades.
La epopeya radiofónica de la Universidad de Guadalajara no habría podido ocurrir de no haber coincidido en el firmamento del cuadrante los ingenieros Jesús Cervantes Rangel, pionero de los experimentos radiofónicos universitarios desde 1963 y Alfredo Chavarría Velasco, que alimentó con incontenible pasión el proyecto para que la Universidad de Guadalajara tuviera una estación de radio desde 1967.
La constelación quedó completa cuando el ingeniero José del Río Madrigal montó la instalación original en los jardines del Tecnológico. Nadie grabó el audio de cuando estos precursores levantaron la antena, pegaron ladrillos o pusieron la consola y el transmisor Harris de un kilowatt, pero los esfuerzos quedaron en la mente de Ignacio Arriola Haro, quien se sumaría a este equipo para aderezar el proyecto con el contenido ideológico, social y especialmente singular del sonido Radio UDG.
Los datos son: 30 de mayo de 1974, temperatura ambiente 28 grados centígrados a la sombra, cielo despejado. Invitados especiales: Rafael García de Quevedo Palacios, rector; Alberto Orozco Romero, gobernador; José Manuel Correa Ceseña, presidente de la FEG, y otro presidente, Luis Echeverría. Primera entrevista: presidente Echeverría. La hora: dos de la tarde en punto, según las crónicas de los diarios. La música de fondo: Sinfonía número 1, de Mahler.
En solo un año de vida, Radio UDG vivió tolvaneras, volvió al silencio por breves horas cuando se cayó la antena, llovió tormentosamente sobre sus equipos, pero nunca compró un bulbo o un cable para ser reparada en horas, convirtiéndose en un crisol donde pasantes de ingeniería se curtieron en las complicadas artes de la radiodifusión.
Los amplios jardines del Tecnológico que rodeaban a la pequeña estación, servirían no solo para cocinar suculentas carnes asadas, sino también para confeccionar una programación que reflejara por fin las ambiciones de la intelectualidad universitaria.
Entre taco y sorbo de tinto, Nacho Arriola, más conocido como Igor, invitaba a sus amigos y con ellos ideaba los temas que desplazaron a una programación que hasta entonces había sido totalmente musical, para dar paso después a los programas: Panorama, con Ernesto Flores; Observatorio político, con Manuel Rodríguez Lapuente; Circo, maroma y teatro, con Guillermo García Oropeza; Filósofos y coristas, con Hugo Gutiérrez Vega; El hombre y su contorno, con Jesús Kleinmann Godínez; Latinoamérica y el mundo, con Jesús Pérez Castellanos y, Aquí entre nos, con Alberto Gómez Barbosa.
El cuadro, ya estelar, se complementó con: Poligrama de Jalisco, de Cuauhtémoc Cisneros Madrid, Páginas adentro, con ílvaro González de Mendoza y más adelante con Jesús Burgos. Rosa García Durán conducía Culturama de Jalisco y el Noticiero universitario de la ciencia y la tecnología lo producía y conducía Rodolfo Oceguera, y otros muchos programas, que el auditorio y sobre todo sus autores y productores nos podrán disculpar el que no los mencione, ya que por la obviedad del tiempo no podemos recordar.
Los encuentros de estos personajes alrededor de la radio, las tertulias interminables en la casa de Nacho Arriola y el trabajo cotidiano de la radio que empezó a resentir arduas tareas de producción, programación, locución, mantenimiento, guionismo, investigación y periodismo, no habrían podido realizarse sin la energía peculiar del paso de la adolescencia a la juventud de: Raquel Navarrete, Laura Patricia Orellana, Ramón Eduardo René Rosas Frías, Manuel Mauricio Arturo Ortiz Caloca, Gliserio Zapata Velázquez, Irving Romero Dey Córdova, José Luis Vargas López, Eva Elena Luce González, Milagros Castillo Chávez, María Esther Sherman Leaño, Rossana Reguillo, Octavio Chavarría, Rossana Uribe, Rigoberto Sandoval, Ana Rosa Altamirano y María de la Luz Osorio, Guillermo Torres Sánchez y otros muchos que en las cintas borrosas del tiempo han quedado como voz en off, pero que revivimos con mucho cariño.

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