El payaso y el vestido de novia

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Costó un año y medio de trabajo. La curadora Viviana Martínez tuvo que revisar alrededor de 30 portafolios, cada uno formado por 20 piezas, en promedio. Escogió sólo 13, de nueve creadores del Estado de México, que forman la exposición Instante límite, albergada en el Museo de Arte Raúl Anguiano (MURA).
Los expositores son egresados de la Facultad de Arte, de la Universidad Autónoma del Estado de México, con excepción de Israel Esquivel, que todavía es alumno.
En la exhibición hay fotografías, maquetas, instalaciones, intervenciones en el espacio de la galería, objetos y arte procesual. “Se trata de buscar otras formas de representación del arte, no en formatos tradicionales”, señala Viviana Martínez.
Los jóvenes expositores se caracterizan por su manera de aterrizar vivencias a partir de los objetos. Ellos buscan materializar por medio de la imagen sus propias experiencias. Cada una de las piezas tiene que ver con su historia personal.
Para la curadora, la pieza que “se come” a toda la exposición es “Instante vacío 2011”, una instalación en estructura de colchón y 12 metros de sábanas, de Israel Esquivel. Su obra evoca el momento en el que postrado en la cama, el ser humano desfragmenta sus emociones y pensamientos, separándose de la realidad.

Vestido de novia
Otra de las piezas importantes es un vestido de novia hecho con billetes de 20 pesos, que forman la palabra “seamos” en cada doblez. La creadora es Flor Consuelo. Su pieza pertenece a la serie Mi ventiúnico valor 2011 y es testimonio de cómo hablar del amor con dinero, de cómo obtener una posición estable en la sociedad, siguiendo las más tradicionales ilusiones en nuestra cultura.
El vestido de novia es considerado un canon estético, que para muchas mujeres se convierte en uno de los fetiches más deseados, en un objeto que representa un acto social, religioso y cultural.

Dos obras
David Alejandro Hernández y Rafael Monroy participan, cada uno, con dos piezas. “Flujo 2012. Residuos de acción: 2 crayolas y zapatos deportivos”, además de “La Escuela de Payasos 2010” y “A mort 2011, video de 7 min” y “The wind 2010 Audio, 15 min”, respectivamente.
La primera es una serie de objetos que atestiguan una acción realizada por David Hernández. En una carrera llevó en cada mano una crayola para registrar en ésta el movimiento articulado y rítmico del cuerpo al correr, haciéndole una marca, línea o desgaste con la uña de los pulgares.
La segunda es una obra formada por un registro de acción en video, con duración de cinco minutos, unos zapatos y nariz de payaso, además de documentos que evidencian una demanda de amparo: tiene una historia detrás. Todo empieza en 2008, cuando David Alejandro comenzó un proyecto consistente en crear una academia de formación para payasos dentro de una facultad de arte, postulando que ambas compartían el mismo modelo educativo.
El 3 de septiembre de ese año, durante la entrega de cartas de pasante, caracterizado de payaso, recibió los documentos que acreditaban su formación como artista. El disgusto de las autoridades universitarias culminó en una audiencia ante el Consejo Universitario, arrojando una nota de demérito, la cual se revirtió con una demanda que ganó ante las autoridades responsables.
La tercera es un video de siete minutos, de Rafael Monroy. Las imágenes que forman la pieza fueron grabadas utilizando como locación el metro de la ciudad de México. La otra obra del mismo autor es un audio de 15 minutos, que surgió a partir de “The wind”, cuento de Ray Bradbury, en el que narra la posibilidad del poder del viento y su destrucción.

Tres obras
Antonio Monroy es el artista que participa con más obras: “Estudio de movimiento 2008” es una serie compuesta por fotografía digital que congela cuatro segundos en un combate de boxeo profesional en Tijuana, B. C., permitiéndonos ver lo que nuestros ojos normalmente no pueden observar. “De la serie Catástrofe espacial 2012” es una maqueta hecha con cartón, lodo y musgo, relacionada con los replanteamientos que las personas se hacen constantemente ante adversidades inesperadas, ante la transformación forzada de un espacio o situación, y “Juego de llaves (Atlantis vs El Texano) 2012”, constituye una impresión cromógena que representa el mapeo gráfico de un combate entre dos luchadores (uno mexicano y otro americano).
Otras obras que participan son “Oscilación-es infinitas 2011”, 35 metros de estambre tejido con gancho, de Sara Monroy; “Indicio 2012”, dibujo achurado con lápiz de carboncillo e instalación de papel, de Cinthia Sánchez; “La Mujer-el Hombre 2010”, video con de duración tres minutos, de Yuvia Antonieta Pérez y “Tela de juicio 2007”, anillos removibles de aluminio, unidos con seguros dorados, de Agustín Aguilar.
Los interesados podrán visitar la exposición de martes a sábado, de 10:00 hasta 18:00 y el domingo, de 10:00 hasta 15:00 horas.

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