El “nosotros” de Canela fina

Hay un mensaje en la obra de la compañía y eso no hace ruido porque se dice desde la poesía. Palabras dichas con el cuerpo que expresan una sola cosa que todos podemos entender, sobre todo en estos tiempos de contingencia: ya no soy yo o tú o los otros, sino nosotros

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El elenco que interpretó "Manual para una sociedad feliz" está integrado por Montserrat Montaño, Brenda Astorga, Ana Alatorre, Anaid Godoy, Victoria Anaya y su directora, Estibaliz Moguel. Foto: Cortesía Canela fina

Yo soy inmenso…
y contengo multitudes
WALT WHITMAN

Pensamos que el siglo XXI había comenzado con los acontecimientos del 11 de septiembre de dos mil uno, pero nos equivocamos. En realidad esta centuria ha comenzado apenas hace casi cuatro meses, el quince de marzo, cuando todos en el mundo nos confinamos e iniciamos esta nueva y penosa realidad universal debido a la pandemia de Covid-19.

Pese a todo, poco a poco nos hemos ido adaptando, no sin dolor, ya que las muchas muertes nos han enfrentado al espejo para vernos los rostros. Y todo ha cambiado: ya no somos los mismos ni lo volveremos a ser. No obstante, nos modificamos para encontrarnos ante la llamada “nueva realidad”.

Y es el arte, para no variar, que ha tomado la batuta de esta nueva evolución humana. Ahora es desde las fuentes de la virtualidad, que a la vez son un apoyo y una caja de Pandora, desde donde el arte se manifiesta vivo y lleno de la pasión necesaria para la existencia.

La tarde noche del sábado pasado, a través de la web, yo que he sido un renuente usuario de las nuevas tecnologías, por primera vez he asistido y visto con enorme gozo el primer espectáculo de danza a través de la red.

El proyecto “La escena sigue” presentó a un público que no tuvo que salir de casa para poder disfrutar de la pieza dancística Manual para una sociedad feliz, que preparó la compañía de flamenco-fusión integrada por seis egresadas de la licenciatura en Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara (CUAAD), quienes bajo el aromático nombre de Canela fina, dieron vida y cuerpo a una exquisita obra coreografiada por Estibaliz Moguel.

Manual para una sociedad feliz sigue un guión en apariencia sencillo, aunque no lo es, porque al ver su estructura y naturaleza se nota un entramado muy complejo en varios sentidos.

Cada uno de los cuadros está muy bien armado y ejecutado por las seis bailarinas que componen a Canela fina. Su narrativa es muy armoniosa y su sentido musical va de un lado a otro, puesto que es una fusión de danza contemporánea, poesía y flamenco.

Cada cuadro lo acompaña una distinta forma de la danza y a cada danza un tipo de música, que en el orden sin orden son “el flamenco con otros ritmos como el tango, folclor español, danza de la India y sobre todo, contemporánea”, pero prevalece el zapateado, como afirma el promocional y lo podemos confirmar quienes asistimos a través de la red.

Lee más sobre la obra y la compañía: http://www.gaceta.udg.mx/canela-fina-seis-musas-en-escena-para-una-sociedad-mejor/

Hay una búsqueda que propicia esta danza que es en mucho ritual, y es que los personajes encuentran un misterioso libro en el que cada una de las mujeres se lee y encuentra algo de sí misma y desea entregar al otro, a los otros como un mensaje para poder enfrentar la realidad común, ahora sí universal.

Hay un mensaje en la obra, y eso no hace ruido porque se dice desde la poesía. Son, pues, las palabras en su máximo esplendor: están dicha con el cuerpo y, aunque hay voz, esa voz es entendible y dice una sola cosa que todos podemos entender: ya no soy yo o tú o los otros, es el Nosotros lo que es esencial.

De algún modo, o quizás de manera determinante, es el Gran Mensaje que encontraron estas seis mujeres que danzan y realizan un ritual. Las seis musas son, qué duda cabe, la voz-cuerpo de ese nosotros que debemos asumir como realidad-real de este ahora, ya nuevo siglo.

La escritura en y desde el cuerpo hace una unidad siempre: la poesía. Al disfrutar esta pieza de Canela fina recordé el poema de Walt Whitman “Canto a mí mismo”

El pasado y el presente se marchitan.

Y los he llenado y los he vaciado a los dos

y prosigo llenando lo que me espera en el futuro.

Y ahora vosotros, los que me habéis escuchado,

levantaos. ¿Qué tenéis que decirme?

Miradme a la cara, mientras respiro por última vez bajo las sombras de la tarde.

Esperemos que la puesta en escena de Manual para una sociedad feliz, de Canela fina, de manera virtual, tenga una temporada, esperemos que no ocurra lo que siempre sucede con estos magníficos proyectos de danza: que solamente se presente una única vez. Creo que las posibilidades que otorga de la virtualidad hagan posible que lo perdurable en realidad perdure.

A la vida lo único que la puede salvar es que todos, el “nosotros”, volvamos a las fuentes de la sabiduría. Una de esas fuentes es la poesía. Hagamos que lo valioso contenga lo esencial: la continuidad en evolución.

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