El arte instrumental moderno

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El Primer Festival Internacional y Concurso Nacional de Guitarra, que organizó en días pasados el Departamento de Música del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), en colaboración con la Secretaría de Cultura de Jalisco, además de dar lugar a clases maestras, conferencias y conciertos, fue una oportunidad para incentivar a los estudiantes a continuar con su profesionalización.

En el caso del Departamento de Música de la Universidad de Guadalajara, el piano y la guitarra son los instrumentos preferidos de los estudiantes. Por ello, escuchar en vivo el trabajo de Wladimir Carrasco, de Chile —quien toca la vihuela y el laúd y es especialista en música antigua— o del mexicano Juan Carlos Laguna, una figura connotada en la interpretación guitarrística, fue una oportunidad para sostener un intercambio de conocimiento y estilo, pero también conocer otras referencias, más allá de las aulas.

La noche del 6 de julio
El ciclo de conciertos fue abierto y engalanado por el intérprete de guitarra e instrumentos antiguos Héctor González Cabrera. El colombiano sintió atracción por la música desde los siete años de edad, y además de ser compositor para grupos de cámara, bandas y orquestas, también se dedica a la docencia y a la investigación, porque para él “el vehículo de aprendizaje siempre es el intercambio”.

Antes de iniciar su recital dijo que presentarse ante un auditorio de estudiantes es una oportunidad para tener más conocimiento y recordó cuando a los diez años de edad ingresó al Conservatorio Antonio María Valencia de Cali, para comenzar con sus conocimientos musicales.

“En realidad uno aprende mucho de sus maestros, pero también cuando tiene la oportunidad de ver otras referencias. Es la posibilidad también de medirse, de mirar cómo estoy con relación a, porque cuando uno hace el trabajo en solitario puede caer en el error de que soy demasiado bueno o todo lo contrario. Es posible realmente aclararlo solamente en la medida en la que uno se mide con otros”.

El intérprete considera que en México existe un movimiento guitarrístico muy sólido, uno de los más en América Latina, y que en buena medida es alimentado por el trabajo que realizan los estudiantes de este instrumento.

“Me sorprende muchísimo el número de estudiantes de la escuela de música de la Universidad de Guadalajara. Es difícil encontrar un plantel en la que haya tantísimos guitarristas como hay aquí. El número de sesenta u ochenta que aquí se habla es enorme y un caso muy particular dentro de lo que yo conozco”.

Durante más de una hora tocó música del siglo XVI con la vihuela española. Después tocó con guitarra un repertorio dedicado a la música latinoamericana y colombiana. Pasaron quince minutos, mientras descansaba los dedos y finalmente salió para terminar su presentación con un conjunto de danzas colombianas.

“La música para vihuela, en este caso, es música que es muy importante dentro del repertorio no solamente de la guitarra, sino de lo que se llama el arte instrumental moderno, que inicia en el siglo XV o XVI. Ese repertorio para mí tiene mucho interés no sólo desde el punto de vista técnico instrumental sino desde el musicológico, e inclusive compositivo”, dijo el guitarrista, quien ha obtenido varios reconocimientos, como el Premio Nacional de Composición del Ministerio de Colombia 2011 y el Premio Internacional de Composición Andrés Segovia 2008 de Almuñécar-España.

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