Educación superior desafíos

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ESTUDIANTES DEL CENTRO UNIVERSITARIO DE CIESCIAS ECONOMICO ADMINISTRATIVAS

En México la educación, y en especial la de nivel superior, es percibida como uno de los mecanismos más efectivos para hacer realidad la igualdad de oportunidades. Sin embargo, cuatro hechos parecen cuestionar esa percepción:
1.- No todos los jóvenes logran acceder a la educación pública superior. En nuestro país, el porcentaje de la población mayor de 25 años que cuenta con educación superior es de 16 por ciento, mientras el promedio en los países de la OCDE es de 24 por ciento; del 38 por ciento en Estados Unidos y 25 por ciento en España.
2.- De los jóvenes que ingresan a ese nivel educativo, sólo 16 por ciento concluye sus estudios; es decir, mientras la cobertura apenas llega a 26 por ciento, la deserción alcanza el 50 por ciento [1]. Según datos de un estudio de la UNESCO, México tiene la mayor tasa de deserción en América Latina en la carrera de Ingeniería (68 por ciento), el tercero en Medicina (40 por ciento), y el segundo en la de Derecho.
3.- De quienes concluyen una carrera, no todos logran obtener el título o diploma. Por ejemplo, en 2003 a escala nacional egresaron un total de 268 mil 155 estudiantes, y de estos sólo 167 mil 432 (62 por ciento) lograron titularse [3].
Lo grave de este problema es que la tendencia es a incrementarse: de acuerdo a datos de 2006 del Centro Nacional de Evaluación (CENEVAL) “cuatro de cada diez egresados de licenciatura no se titulan, y en postgrado la situación es peor, porque uno de cada dos no obtiene título”.
4.- De aquellos que obtienen su título, no todos logran un empleo digno y remunerado, y menos aún acorde a los estudios realizados.
Los que concluyen estudios superiores —ya sea titulados o no— durante su período de formación tuvieron una escasa o nula vinculación con el ámbito laboral. Las prácticas profesionales y la labor de vinculación en muchas universidades no forman parte de la currícula, o no parece ser una función sustantiva. Además, existe una notable ausencia de políticas de Estado, o de programas gubernamentales que estimulen la colaboración universidad-sector productivo.
Conscientes de lo anterior y siendo los jóvenes uno de los segmentos más vulnerables de nuestra población, en la Universidad de Guadalajara se realiza un enorme esfuerzo para enfrentar los grandes retos que nos impone la realidad y las tendencias mundiales de la educación, manteniendo como políticas estratégicas de desarrollo: cobertura con calidad; retención; titulación; e internacionalización de nuestros programas de educación superior.
Trabajamos para ampliar cada vez más la cobertura sin demérito de la calidad, partiendo del principio de que el acceso a la educación no es suficiente, sino que lo esencial es el aprendizaje.
Nuestro trabajo no se limita a la búsqueda de calidad en nuestras aulas, pues además se ha puesto en marcha el Programa de Acompañamiento hacia la Calidad Educativa con todas las instituciones que cuentan con el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios de la Universidad de Guadalajara. En dos años, la UdeG no reconocerá estudios con validez oficial que no estén plenamente acreditados.
En la Universidad de Guadalajara hemos estado inmersos en un proceso permanente de mejora. Los resultados de estos esfuerzos se ven reflejados en una serie de indicadores que a su vez habrán de contribuir en una mayor calidad en la formación de recursos humanos. Entre estos podemos mencionar los siguientes, logrados en el último año de trabajo:
• Se registró un incremento del ingreso a los programas de licenciatura en 14 por ciento, lo que representa un total de mil 431 jóvenes.
• Se logró la acreditación de 13 nuevos programas académicos, con lo que ocupamos el primer lugar entre las universidades públicas por el número de programas educativos acreditados por los CIEES, sumando un total de 74 carreras.
• Ocho nuevos programas fueron evaluados en el nivel uno por los Comités Interinstitucionales de Evaluación de la Educación Superior (CIEES). Nuestros 99 programas de licenciatura y técnico superior universitario evaluados en ese máximo nivel de calidad nos coloca en el primer lugar a escala nacional entre las instituciones públicas de educación superior.
• Como consecuencia de lo anterior, en la actualidad 93 por ciento de nuestros alumnos de licenciatura cursan sus estudios en programas de calidad reconocida, lo que mantiene vigente nuestra membresía en el Consorcio de Universidades Mexicanas (CUMEX), asociación que agrupa sólo a las universidades que mantienen los más altos estándares indicadores de calidad en nuestro país.
• El número de profesores con perfil PROMEP aumentó en 214 por lo que somos número uno a escala nacional en este rubro, con mil 360 miembros.
• Contamos con 531 miembros del Sistema Nacional de Investigadores. Esto nos sitúa como la universidad pública estatal con mayor cantidad de investigadores de alto nivel con doctorado.
• Se obtuvo el registro de 23 nuevos programas de postgrado registrados en el Programa Nacional de Postgrados (PNP) y reconocidos por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), sumando un total de 57, con lo que nos colocamos como la primera universidad fuera de la Ciudad de México con mayor número de programas registrados en el PNP.
El registro histórico de 187 nuevos convenios de colaboración académica firmados durante el último año acumula un total de 811, de los cuales 481 son internacionales y 30 nacionales.
Pese a los logros obtenidos, debemos trabajar aún más. Seguir mejorando la calidad y ampliando las oportunidades para que más y más jaliscienses puedan ingresar a nuestras aulas, concluir sus estudios, obtener el título correspondiente, y sobre todo debemos contribuir a que cuando su proceso de formación sea concluido, nuestros egresados puedan aspirar a un empleo digno y bien remunerado. Tenemos un gran compromiso con los jaliscienses. Estamos trabajando en la construcción de un mejor futuro para que nuestros jóvenes puedan participar en una sociedad más educada y equitativa.

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