Cuatro muros de agua

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Entre cuatro cerros se encuentra mi pueblo.
Entre cuatro cerros se encuentra mi hogar.
Entre cuatro cerros se encuentra Temaca,
pueblito escondido donde yo nací…
“EL BOMBÓN”

De ser una melodía para el terruño es ya una canción de protesta. Esos versos los compuso a los 14 años Manuel, mejor conocido como “El Bombón”, quien es empleado del único billar de Temacapulín.
Esos mismos cuatro cerros a los que le canta “El Bombón” son los que hacen que su tierra sea idónea para la construcción de la presa El Zapotillo. Temacapulín —o Temaca como le llaman de cariño— pertenece al municipio de Cañadas de Obregón en los Altos de Jalisco. Es un poblado de 343 personas, como lo señala el Conteo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
De una manifestación en la ciudad de Guadalajara nacieron estas historias. La curiosidad me llevó a conocer Temacapulín. De inmediato se ve la basílica de Nuestra Señora de los Remedios, con sus torres y su pared de piedra rojiza.
Temacapulín viene de la palabra náhuatl temaxcalli (“sitio sagrado del agua caliente”) cuenta Miguel íngel Casillas Baez, presidente del Consejo de cronistas de los Altos de Jalisco. En un cerro se lee: “Temacapulín te da la bienvenida desde el siglo XVI”. El cronista explica que “el virrey Antonio de Mendoza, que venía de la ciudad de México, usó el camino que va por Temaca. Esto no es menor: entre Guadalajara y Lagos de Moreno, que se fundó en 1573, el único paso posible por el Río Verde era este pueblo”.
La presa es el nuevo “sueño” que el gobierno quiere instaurar; para los lugareños, se asemeja a la peor de las pesadillas. Despiertan, pero el fantasma sigue ahí. La señora Isaura está de luto, “Aquí somos felices, nomás que desde que dijeron que iban a hacer la presa hacemos de cuenta que tenemos un cuerpo tendido”.
En Temaca hay aguas termales y una cascada en el peñasco donde se encuentra el “Cristo de la Peñita”, entre rocas —dice la gente del pueblo— se vislumbra la silueta de Jesucristo crucificado. Naturaleza y misticismo se unen en un mismo espacio.
La postal de Temaca la componen casas antiguas de adobe y construcciones viejas de “material”. En su fachada los habitantes pusieron cartulinas con leyendas como: “Temacapulín en pie de lucha, no a la presa de El Zapotillo”; “Virgencita de los Remedios y templo de Temacapulín, no vamos a permitir que los toquen. ¡Y que Dios nos ampare!, ¡Viva Cristo Rey!”, y “En Temaca nací. En Temaca moriré. Y el que se me atraviese, la madre le partiré”.

El origen del proyecto
El Delegado de Temacapulín, Clemente Torres Yáñez, recuerda que en Expo Guadalajara, el 2 de septiembre de 2005, dio a conocer el entonces presidente Vicente Fox el proyecto de la presa El Zapotillo.
El sitio de la ubicación de la cortina se llama El Zapotillo, está 10 kilómetros abajo hacia el Río Verde de Yahualica. Del sitio de la cortina a la comunidad de Temacapulín hay 33 kilómetros de distancia. Se afecta porque a pesar de la lejanía de la cortina y el poblado, por lo encañonado del río, Temacapulín queda en medio.
Héctor Javier Castañeda Náñez, director de Cuencas y sustentabilidad en la Comisión Estatal del Agua, explica que el lugar de El Zapotillo es un sitio geológicamente idóneo para anclar la cortina de la presa, porque no tiene permeabilidad en la margen izquierda y derecha; y tampoco tiene problemas de filtración en la zona baja de la presa. El Zapotillo, insiste el funcionario público de la CEA, es un buen lugar porque permitirá que la presa tenga una capacidad de almacenamiento de 910 millones de metros cúbicos, en caso de que la altura de la cortina sea de hasta 105 metros de altura.
El director de Cuencas y sustentabilidad en la Comisión Estatal del Agua informó que al quedar con la máxima capacidad de almacenamiento, Temacapulín estaría de 25 a 30 metros por debajo del nivel del agua.
Esta presa, explicó el mismo funcionario público del CEA, será construida por “la necesidad de abastecer la zona de Los Altos de Jalisco y la Zona Metropolitana de Guadalajara, que con León, Guanajuato, requiere agua potable para tres millones de personas”.
Para Esteban de Esesarte, integrante del Movimiento mexicano de afectados por las presas y en defensa de los ríos, hay una incongruencia: “No es necesaria la presa El Zapotillo para abastecer la zona de Los Altos”, tenemos la presa de El Salto, localizada a diez minutos de Valle de Guadalupe y que está llena porque no usan el agua. Es una mentira para que los pueblos alteños estén tranquilos diciendo que de El Zapotillo se les va a dar agua para que no se enojen por la arbitrariedad que se está cometiendo contra los poblados de Temacapulín, Acasico y Palmarejo”.
Solicité el proyecto ejecutivo para la construcción de la presa El Zapotillo. El funcionario del CEA me respondió que el proyecto le corresponde a la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Tramité vía comunicación social una entrevista con Raúl Antonio Iglesias, director general del Organismo de Cuenca Lerma-Santiago-Pacífico de la Conagua. Aunque no me dieron la entrevista, me informaron que por el momento todavía están en la elaboración del proyecto para la construcción de la presa. En su lugar me mandaron vía correo electrónico un documento con 19 láminas informativas que no contempla el impacto ambiental ni social de esta construcción.
El presidente del comité Salvemos Temaca, Gabriel Espinoza íñiguez, tampoco conoce el proyecto de la presa que inundará a los poblados de Temacapulín, Acasico y Palmarejo.
El Instituto Mexicano de Desarrollo Comunitario solicitó vía transparencia el 18 de junio el proyecto ejecutivo de la presa y apenas este 14 de agosto les llegó la respuesta de que el proyecto no se podía entregar porque según el Artículo 13 de la Ley Federal de Transparencia y acceso a la información, está clasificado como “Información reservada, ya que darlo a conocer pone en riesgo la vida, la seguridad, o la salud de cualquier persona”.
Manuel sigue cantando: “Hoy salen con cuentos. Cantos de sirenas. Nos hablan bonito, nos quieren marear. Hablan de una presa, la de El Zapotillo, donde dice Emilio: ‘Me quiero bañar’”.
Piedra por piedra
El gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, en reunión con los pobladores de Temaca en Casa Jalisco el 23 de mayo. Ese día comentó las “ventajas de este proyecto nacional” que le permitirá “ir con el presidente [Felipe Calderon] y decirle: ‘Si quieres construir Zapotillo necesito 100 millones de pesos porque vamos a hacer [sic] este pueblo’”.
Les insistió a los lugareños que admitan ser reubicados por la construcción de la presa El Zapotillo, en un centro de población, “¿¡Por qué no nos creen!?, qué tal si en dos meses estamos construyendo las primeras 10 o 20 casas, perdón si soy grosero, pero ¡Poca madre! ¿Y nos dicen 10 personas yo quiero esas casas?, ¿qué hacemos?”.
El representante del ejecutivo les aseguró a los pobladores que habrá invernaderos en el nuevo centro de población. Una señora de Temaca le pregunta: “¿En dónde quiere construir el pueblo, de dónde va agarrar tierra, si son puras piedras?” Emilio González Márquez respondió: “El invernadero no necesita tierra, eso es lo padre [sic] de la tecnología”.
Aún no está definido el centro de población, a pesar de esto en esa misma reunión les pidió su consentimiento para empezar a construir casas, pero los habitantes rechazaron la propuesta.
El gobernador de Jalisco también les propone cambiar de lugar la basílica de Nuestra Señora de los Remedios, que en el año 2009 cumplirá 250 años de antigí¼edad. Todo será parte de la búsqueda de un “pueblo ideal, con unidad deportiva, con centro de salud, con primaria, secundaria y prepa. Con la parroquia movida piedra tras piedra”. Héctor Castañeda Náñez, de la Comisión Estatal del Agua, dijo: “Por supuesto que se puede [aunque] cuesta un Potosí de dinero”.
González Márquez aseguró que “si la mayoría cree que es mejor preservar la tradición, se acabó el problema, yo no voy hacer problemas en esto”. En otro momento de la reunión aclaró que “yo nunca pensé, ni pensaría que esto debe ser a fuerza, porque a fuerza nada, y menos en mi tierra. Nunca verán un policía tratando de intimidar”. En la misma reunión con los pobladores, el gobernador se comprometió a visitar Temaca en los siguientes tres meses. Hasta el 19 de septiembre de 2008, no había ido a este poblado. No conoce personalmente el pueblo, ni la basílica que quiere cambiar de lugar.
En la grabación (en poder de esta reportera,) se escucha que Emilio González admite que si la mayoría de los pobladores de Temacapulín no quiere la reubicación, no se hace la presa. Sin embargo, Héctor Javier Castañeda Náñez, del CEA, aseguró que sí habrá expropiación si no quieren salirse de Temacapulín.
A pesar de la ausencia de un proyecto ejecutivo, ya hay excavaciones en la zona, la CEA asegura que es parte de unos estudios geológicos. Hay pobladores que denuncian hostigamientos, es por eso que el presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos en Jalisco, Felipe de Jesús ílvarez Cibrián, hizo el 13 de agosto un pronunciamiento en contra de las presiones hacia los lugareños.
Gabriel Espinoza, representante del comité Salvemos Temaca, advierte que “a como dé lugar vamos a detener este proyecto, vamos a luchar hasta que se detengan las obras”. Doña Isaura tiene más de 70 años y no tiene miedo: “Si la vida tenemos que dar, por Temaca la damos”.
Los cuatros cerros siguen ahí, mientras el fantasma de la construcción de la presa El Zapotillo amenaza con inundar este lugar. Manuel remata su canción: “¡Temaca, Temaca, Temaca, Temacapulín. Temaca, Temaca, Temaca, no vivo sin ti…!”.

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