Generar un modelo de contabilidad en el que se determine un valor monetario a valores intangibles como los conocimientos, habilidades y actitudes de los miembros de una empresa, es el objetivo de la investigación que realiza María Luz Ortiz Paniagua, profesora del Centro Universitario de la Costa Sur.
Al conjunto de estos elementos se le denomina capital intelectual, explicó la investigadora, y actualmente son los que aportan el mayor porcentaje de los beneficios de muchas organizaciones, por lo que cuantificarlos sería de gran utilidad en la toma de decisiones.
“Buscamos asignarle un valor monetario al conocimiento, porque hasta ahora no se reconoce de ese modo”, señaló Ortiz Paniagua, y agregó que la medición de estos valiosos recursos se erige como el reto por excelencia del tercer milenio, donde no sólo los profesionales de la contabilidad tendrán que tomar parte, sino todo aquel que de una forma u otra se sienta partícipe de una organización.
Lo primero que se busca con el proyecto que realiza la académica del CUCSur, en colaboración con dos investigadores de la Universidad de Camagüey y la Universidad de la Habana, Cuba, es proponer un modelo de medición que sirva para que la información sobre capital intelectual se incluya en la información de los estados financieros de las empresas.
De acuerdo con la investigadora, la necesidad de reflexionar sobre este tema se vuelve importante, ya que actualmente se vive un contexto donde el conocimiento y la información constituyen los nuevos instrumentos de poder, que pueden ser convertirlos en valor y fuente de ventajas competitivas para las empresas.
“Necesitamos dar a conocer este tema porque ayudaría mucho a los empresarios de nuestro país, donde el 85 por ciento constituye una pequeña o mediana empresa, y quienes las dirigen son empíricos; tenemos que informarles de estas situaciones, porque sin conocimiento conseguir buenos resultados resulta más difícil”.
La investigación de María Luz Ortiz Paniagua se suma a los estudios que se hacen en otras partes del mundo para establecer estándares de medición del capital intelectual, un tema que se considera relativamente nuevo en el mundo de la contabilidad.
