El miércoles 1 de enero, los mexicanos amanecieron con nuevos impuestos. Los autobuses foráneos ahora son gravados con el 16 por ciento del Impuesto de Valor Agregado (IVA), sólo quedarán exentos los trenes y el transporte suburbano y metropolitano. La compraventa de las mascotas y el alimento para perros, gatos y otras especies pequeñas también tienen IVA.
En la frontera, el IVA se elevó del 11 al 16 por ciento, homologándolo con el resto de la república y al comprar acciones en la Bolsa Mexicana de Valores se debe pagar el 10 por ciento de impuesto.
El académico del CUCEA, maestro Ricardo Reveles López, puntualiza que con estos nuevos impuestos el Gobierno Federal estima recaudar 4.4 billones de pesos durante 2014, poco más de 12 por ciento que el año anterior.
A los refrescos, bebidas azucaradas y saborizantes en polvo para hacer aguas frescas, se les cobra un impuesto especial de un peso por litro. En cuanto a la goma de mascar se le grava con IVA y a la comida chatarra se le adicionó un gravamen del 8 por ciento. Las autoridades justificaron el aumento porque esto inhibirá su consumo, pero Reveles no comparte esta visión.
“El consumo de los productos chatarra, según muestran los estudios, será continuo y permanente pero se dejarán de comprar otras cosas. La consecuencia será que el Gobierno Federal se verá beneficiado con el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). Además al desaparecer el Impuesto a los Depósitos en Efectivo y el Impuesto Empresarial a Tasa Única, buscarán obtener la recaudación que se tenía a través del Impuesto Sobre la Renta con los contribuyentes cautivos y aumentado a las personas físicas hasta el 35 por ciento”.
Reveles López pronostica que a pesar de una supuesta mayor recaudación, el ciudadano no percibirá los beneficios. “Es muy difícil saberlo a corto plazo. Sabemos que en México no encontramos la reciprocidad al incremento de impuestos pero queremos tener buenos servicios públicos. Por ejemplo, podrían disminuirse las cuotas de la red carretera pero lo dudo mucho. Seguramente el Gobierno Federal destinará esos recursos a otros lugares, menos al beneficio de los mexicanos”.
Del Toro y Reveles López coinciden y recomiendan a los consumidores realizar una lista de los gastos y una programación de pagos, así como evitar buscar liquidez en casas de empeño o con las tarjetas de crédito.
“Las deudas impactan el flujo de efectivo por lo que se sugiere atacar primero las deudas menores. Además, aunque no es sencillo, se puede pensar en un ingreso adicional buscando actividades en tiempos libres. Sin embargo y por desgracia, es común que se opte por el comercio informal”, considera Del Toro Chávez, quien añade que es necesaria una política orientada a reducir la inflación.
