El apoyo a las comunidades indígenas es, como en todos los demás programas de gobierno, una cuestión de conveniencia. Cuando reditúa política y públicamente se anuncian acciones con aspavientos y convocando a todos los medios de comunicación. Así como, hay grupos más organizados que logran obtener más visibilidad, y por lo mismo, más atención y apoyos por parte de organizaciones y gobiernos.
En Jalisco desde hace cinco años existe un acoso continuo a la pequeña comunidad indígena de Mezcala por una cuestión de posesión de tierras, mismo que en lugar de ser combatido, es favorecido por las autoridades de los diferentes niveles. Poco ha salido en los medios, y nada se ha hecho desde la ley para resolver la situación.
Dejo aquí un mensaje que retomo del Facebook de un comunero, activista y estudiante de la Universidad de Guadalajara, que denuncia un nuevo abuso en Mezcala:
“Nuevamente se llevaron a un comunero. Fue el ministerio público de Poncitlán, se mete en los problemas internos. El Consejo de Vigilancia es acusado de robo, se está empleando lo mismo que realizó el invasor en 2011, será que también está detrás de la acción o ya aprendió el municipio a romper protocolos y a hacer lo mismo”.
