En mi estancia en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) he observado que no existe una regulación en cuanto a la entrada de personas ajenas a este campus.
Entiendo que es un área importante para la investigación, y que esto conlleva que las personas acudan a las áreas de genética, inmunología, patología y demás, para hacerse estudios.
El problema es que muchas de esas personas interrumpen clases, la mayoría de las ocasiones para pedir dinero, quizá con una razón bastante justificable: comprar medicinas, pagar la hospitalización o adquirir algo de comida.
Nuestro interés es ayudar en lo que podamos, pero creo que debería haber alguna regulación en esto, por las siguientes razones:
-La seguridad de estudiantes y maestros. No podemos saber las intenciones de algunas de estas personas, así que deberíamos ser más precavidos, a fin de evitar alguna desgracia.
-Un mejor aprendizaje. Creo que si no interrumpieran las clases, no habría una pérdida de atención, algo que generaría un mejor entendimiento del tema expuesto.
-Reconocimiento de la comunidad estudiantil ante la sociedad. Sería más fácil identificarnos como alumnos frente a la sociedad, si el lugar donde recibimos nuestra enseñanza estuviera poblado solo por estudiantes.
La verdad, desconozco si esto suceda en otros centros universitarios, pero como estudiante del CUCS, sí he visto esta situación.
José Luis Reyes Luis,
alumno de la carrera de medicina.
