La diferencia entre arte popular y culto es, más que estética, un prejuicio o menosprecio a las expresiones populares o indígenas. “Como si éstas fueran un arte menor, feo y sucio, cuando pueden tener los máximos valores estéticos o artísticos de aquellas”, aseveró el titular de la dirección de Culturas populares de Jalisco, Ignacio Bonilla, durante su participación, el pasado 17 de marzo, en el radioforo cultural Arte popular, de lo bonito del oficio a ¿las masas sin arte?
El evento, realizado en el museo Raúl Anguiano y organizado por la Red Radio Universidad de Guadalajara, fue conducido por Jade Ramírez. Contó con la participación del artista huichol José Benítez, el alfarero tonalteca José Bernabé, el sociólogo José Luis Mariscal y Ana Lucía Aguirre, directora del Instituto jalisciense de las artesanías.
Esta actividad arrancó a las 19:00 horas, con la definición de arte popular que dio Ignacio Bonilla. “Es la creación de objetos que a su utilidad podemos agregar la belleza. En otras palabras, hablamos de una obra útil con valores estéticos y artísticos”.
Son hechas, casi siempre, por miembros de las clases consideradas “pobres”, cuyas expresiones no guardan relación con las obras del arte académico, “ya que son producto del talento espontáneo del creador”.
Respecto a la pregunta que hizo Jade Ramírez en torno a quién hace esta absurda distinción entre “arte popular y bellas artes”, Nacho Bonilla contestó que “los académicos y quienes están en los negocios del arte, como las subastas, pues con sus conocimientos y experiencia pueden hacer una valuación, aunque eso de afirmar que sea ‘bella’ o una ‘obra de arte’, creo que hasta yo lo puedo decir”.
José Luis Mariscal aseveró que, en efecto, a lo largo de la historia los académicos han conferido las distintas evaluaciones y “apellidos” a los objetos.
“En el siglo XIX, mediante ciertos parámetros culturales, distinguieron a unas civilizaciones de otras. Algunas fueron denominadas ‘pueblos primitivos’, distinción ideológica y política que hace menos a grandes artistas y maestros, como los que tenemos aquí esta noche”.
El mara’acame huichol José Benítez aseveró que resulta importante rescatar el arte de su pueblo, hacer que valga y divulgar las creaciones populares y las artesanías en museos y galerías. “Esta sería una buena forma de apoyar dichos trabajos”.
Invitó a los artistas para que hagan valer su trabajo y construyan un frente común. “Resulta necesario que nos organicemos y nombremos un representante ante la Secretaría de Cultura o el gobierno del estado, a fin de obtener apoyos. Si no nos organizamos, no podremos fortalecer nuestra artesanía ni tendremos capacidad de movilización, de manera que nos iremos para abajo”.
José Bernabé, artesano tonalteca que desde hace tres generaciones continúa con la elaboración de piezas de barro, habló en torno a las dificultades que tienen para saber qué tipo de arte hacen: si popular o culto.
“Tenemos en Tonalá creadores de importancia, quienes han dado a nuestro país renombre internacional. Sin embargo, pocas personas conocen y valoran sus piezas, y si esto continúa, nuestras piezas serán consideradas arte popular, es decir, barato”.
