Lenguaje universal

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Margarita Saraí quería aprender a escribir y leer en inglés, pero como es débil visual, se le complicaba lograr su objetivo. A su vez, Bridget enseña inglés, pero nunca había tenido a una alumna ciega y al método Braille sólo lo conocía por su nombre. Las circunstancias unieron a estas dos mujeres dentro de un salón de clase en el Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas. El resultado, apenas un año después, es que Saraí ya aprobó el examen Toefl y Bridget se comunica de manera aceptable en Braille.

Margarita Saraí Vázquez Nuño, de 19 años, había estudiado inglés dos años y medio en una escuela comercial. Sin embargo, por más esfuerzo no podía completar el aprendizaje. En realidad su vida educativa ha sido remar contra la corriente, porque el sistema no considera medidas especiales para personas con discapacidad visual, salvo en el nivel básico, ya que hay tres primarias en la zona metropolitana en donde enseñan con Braille.

En la secundaria, en cambio, “si un maestro llegaba con diapositivas, me acercaba a los compañeros. Ellos me repetían o me explicaban lo que proyectaban en el pizarrón. También me han tocado maestros que al final de la clase me dan asesoría”, dice l estudiante del tercer semestre de turismo, en el CUCEA.
En otro extremo de la ciudad, Bridget Sánchez Mireles asistía a su trabajo cotidiano en el Programa de Aprendizaje en Lengua Extranjera (PALE), del CUCEA. Un día antes de iniciar el curso, en el calendario 2014-A, su jefa le dio la noticia de que tendría una alumna con discapacidad visual. “Tuve miedo. No sabía si sería capaz”, rememora Bridget. “Busqué a Saraí de inmediato para conocerla. La vi un poco tímida”, agrega.

Bridget recordó que una amiga sabía Braille. “La busqué. Ella comenzó a capacitarme”. A sus manos llegaron la regleta, el punzón y las hojas.

Saraí todavía se entusiasma al recordar el día en que Bridget le dio el primer escrito en Braille: “Me sentí maravillada. Ni un gracias expresa todo lo que siento. Eso significa que ella dio mucho más de sí, que se acercó para comprenderme”, detalle que no había conocido a lo largo de su trayectoria educativa.

Hubo un tercer elemento que concurrió en esta historia: “El grupo se unió muy bien, participó, apoyaron a Saraí. Hacíamos dinámicas y Saraí era una alumna más. No hicimos distinción. Y cuando había que ir despacio, todos se acoplaron. Fue una experiencia hermosa y divertida”, afirma Bridget Sánchez Mireles, egresada de la licenciatura en docencia del inglés como lengua extranjera, en el CUCSH.

Un año después, Margarita Saraí terminó aprobando el nivel cuatro del PALE, que es el obligatorio para los estudiantes de turismo del CUCEA y el examen Toefl. Ahora estudia francés, y luego seguirá con el italiano. Tiene el objetivo de dominar tres idiomas cuando salga del CUCEA.

Aunque ya se comunica de manera aceptable en el sistema Braille, Bridget no se considera experta. Cree que lo más importante es que comprendió de manera más profunda su profesión de enseñar. “Los profesores deberíamos conocer más de inclusión”.

En el curso de formación interna del Programa de Aprendizaje en Lengua Extranjera, que inicia el 22 de junio, Bridget Sánchez y Éric Castañeda Cervantes (actual profesor de francés de Saraí) darán un taller de inclusión titulado “Educación con habilidades especiales”. Este curso fue abierto, además, para egresados y estudiantes de posgrado del CUCEA.

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