Las balas en el aula

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La inseguridad y la violencia han llegado al interior de los planteles educativos de preparatoria y de nivel superior de México. En Chihuahua han muerto más de 60 estudiantes universitarios en los últimos ocho meses, a la vez que en la Universidad Autónoma de Sinaloa, 40 estudiantes y trabajadores han sido asesinados o han desaparecido. En Jalisco, a pesar de que no se han registrado muertes de alumnos, los robos y la violencia en las afueras de los planteles de preparatoria de la Universidad de Guadalajara son constantes.
Siete instituciones de educación superior públicas y privadas a nivel nacional, así como colectivos universitarios se suman de manera enérgica para exigir a los gobiernos de todos los niveles garanticen la seguridad de los estudiantes, frente a la amenaza del crimen organizado y la delincuencia expandida por todo el territorio nacional.

Ataque frontal a los estudiantes
De 2007 a la fecha, 40 estudiantes y trabajadores han sido asesinados o secuestrados en las aulas y alrededores de la Universidad Autónoma de Sinaloa, denunció el rector de la institución, Víctor Corrales Burgueño.
“Hemos estado viendo la violencia que se expresa en las calles, pero ahora es en las aulas escolares, en los recintos universitarios y eso es lo que nos está preocupando”. Agregó que las evidencias indican que los actos violentos que se han escenificado al interior y en el exterior de los edificios universitarios (asaltos, despojos de dinero y artículos electrónicos) han sido por parte de personas que actúan bajo los efectos de las drogas.
Ante la problemática, la universidad sinaloense ha implementado programas de prevención de adicciones en los jóvenes de bachillerato, los más vulnerables, indicó Corrales Burgueño. “Estamos diseñando un plan de seguridad universitaria, aunque la seguridad es competencia del Estado mexicano, porque nuestra misión es educar y lo estamos haciendo bien. Tenemos que garantizar la plena libertad para hacer uso de las calles, centros escolares y donde tienen derecho a moverse. El llamado es a no arrodillarnos y dar más certidumbre a los estudiantes, para que tengan menos temor de estar en las calles”.
En el caso de Jalisco, a pesar de que dentro de las instalaciones de la Universidad de Guadalajara no se han registrado asesinatos de estudiantes, sí permanece un clima de inseguridad en las inmediaciones de las preparatorias, dijo la maestra Ruth Padilla Muñoz, directora del Sistema de Educación Media Superior (SEMS).
“En los alrededores de las escuelas lo que tenemos es una enorme cantidad de asaltos violentos. Incluso en el exterior de la Preparatoria 7 hemos tenido lesionados con cierta gravedad. Es el caso de las prepas 2, 3, 6 y 7, pero en general podríamos decir que un 80 por ciento de los planteles metropolitanos padecen de este tipo de agresiones”.
Para la directora del SEMS, la seguridad de los estudiantes es un tema prioritario. “Lo que tenemos que exigir como conjunto de universidades es que en este país se den garantías de seguridad y de tranquilidad para todos los ciudadanos. Debe ser una petición conjunta y una presión social. Las universidades son las que tienen la presencia más importante”.
Padilla Muñoz propuso establecer cercos de seguridad en torno a las preparatorias y en las rutas donde transitan los jóvenes. “Tenemos con mucha frecuencia vendedores de droga, ladrones que roban desde celulares, relojes… hasta tenis, y todo esto ha ido creando un micro clima de violencia y agresividad hacia las comunidades universitarias”.
Agregó que el problema se sitúa en las cercanías de los planteles y no en el interior, por lo que la solución no es contratar más equipos de seguridad privada. “Vemos la necesidad de inversión mayor en seguridad en los planteles, porque la poca seguridad que contratamos no ha garantizado que no tengamos robos. Lo cierto es que la acción universitaria es al interior de los planteles, y donde tenemos los problemas serios es afuera de los planteles, y eso no se resuelve contratando seguridad universitaria, sino con quienes son responsables de la seguridad de los ciudadanos”.
Otras universidades, como el Instituto de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), la Universidad del Valle de México (UVM), la Universidad del Valle de Atemajac (Univa) y el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) campus Guadalajara, coincidieron en su disposición de trabajar en coordinación con las autoridades estatales para resguardar la seguridad de sus alumnos, ya que la seguridad de los estudiantes debe ser un trabajo conjunto entre autoridades, instituciones y ciudadanos. El trabajo de estas universidades también se ha centrado en la realización de congresos, diagnósticos e investigaciones sobre la problemática que ayuden a las autoridades a la mejor toma de decisiones.
En el ámbito nacional, el norte del país es una de las zonas donde se registra el mayor número de muertes a causa de la violencia por la “guerra” contra el crimen organizado. La Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, por ejemplo, ha suspendido las clases que impartía en las últimas horas del día y ha implementado un autobús escolar con 14 rutas. Sus dirigentes indicaron que trabajan por la seguridad de los alumnos también desde el punto de vista académico.
El rector del plantel, Javier Sánchez Carlos, comentó que el asunto de seguridad debe ser una acción compartida. “Sin embargo, en ningún presupuesto de la universidad se considera destinar dinero para seguridad, por lo que las instituciones han tenido que destinar cuantiosos recursos propios para atender este tipo de contingencias, como es nuestro caso. Se hacen necesarios mayores recursos del Estado para atender este nuevo rubro dentro de los gastos de las universidades, aunque es claro que algunas de las acciones a implementar son competencia única del Estado”.
Otro caso en donde los actos violentos han persistido es el de Michoacán. El rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Salvador Jara Guerrero, dijo que ya trabajan con las autoridades municipales en un plan denominado “Escuela segura”.
“Trabajamos sobre las rutas de los jóvenes para que puedan salir de sus escuelas con caminos seguros. Tenemos la obligación de buscar mecanismos para la seguridad de nuestros estudiantes y trabajadores. Estamos preocupados, ocupados y creo que podemos conseguir un recurso extraordinario exclusivamente para este rubro”.
En julio del año pasado y como una medida de seguridad ante el aumento de la violencia, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), recalcó la necesidad de que exista un manual de riesgos en las universidades.

Universitarios armados contra la violencia
“Sufrimos de juvenicidio. En los últimos ocho meses han muerto más de 60 estudiantes universitarios en Juárez”, acusa Manuel Alvarado, coordinador de las Redes Universitarias de Ciudad Juárez.
Para el activista, el papel del universitario ante la problemática de inseguridad tiene que ser revolucionario y de exigencia. “Debemos exigir a las autoridades que cumplan con su trabajo, que es darnos seguridad. En Juárez estamos organizados porque sabemos que la inseguridad que afecta a los estudiantes y a la ciudadanía viene de una política de militarización y de tener al ejército en las calles, supuestamente combatiendo al narcotráfico”.
El colectivo cultural, como ellos lo denominan, desde hace un año está formado por estudiantes de la ciudad del norte. Dicen que “Sería un error llenar de cuerpos policiacos a las universidades, porque esto violaría la autonomía de las instituciones”.
En la UdeG, la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) realiza la campaña “Estamos armados”, para fomentar los valores.
“Estamos armados significa entender que tenemos capacidades y valores que nos pueden ayudar a convivir mejor: tolerancia, respeto, libertad, creatividad e inteligencia. Todas nos ayudan a formar una mejor sociedad. Son las armas que tenemos los estudiantes, los ciudadanos, para combatir la violencia”, advirtió Marco Antonio Núñez Becerra, presidente de la FEU.
A través de esta campaña pondrán a debate público las causas que pueden estar fomentando la violencia, como la falta de empleo y de educación, así como la desigualdad social, con el fin de concientizar a los ciudadanos de que Jalisco atraviesa por un problema grave de seguridad.
En el tema de la seguridad en los planteles escolares, el dirigente estudiantil indicó que los responsables en el tema son las autoridades y el Estado, ya que la labor de las instituciones educativas es “la generación del conocimiento, la difusión y extensión de la cultura y fomentar la discusión de las ideas y el debate permanente, con el fin de que surjan propuestas que nos ayuden a resolver el asunto de manera integral. Nos protegemos entre nosotros señalando, informando a las autoridades y siendo centinelas de lo que ocurre en nuestras comunidades”.

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