La naturaleza por competir

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Para Daniel Ochoa Gaxiola la competencia se hace desde antes, y no sólo en el momento del evento en el que se participa, por lo que “la preparación es muy valiosa e importante”. Él es un chico de veintidós años, originario de Guasave, Sinaloa, y es quien ganó el primer lugar del Primer Concurso Nacional de Piano que organizó la UdeG, y cuyas eliminatorias se realizaron los pasados días 13, 14 y 15 en el Teatro Degollado, así como la ceremonia de premiación y un recital con los tres primeros lugares en el Paraninfo Enrique Díaz de León, el mismo día 15.

Para Daniel es muy gratificante que se reconozca el trabajo y esfuerzo de los participantes. En cuanto a la experiencia propia de este concurso, dijo que se vivió un ambiente muy ameno, y que los espacios donde se desarrolló fueron “muy amables” con el intérprete. También reconoció que el repertorio ofreció dificultades técnicas que representaron un reto para los concursantes, y que “requirieron muchísima pulcritud”.

Daniel sabe que si algo dejan estos eventos en general, es la posibilidad “de competir, que es algo propio de nuestra naturaleza”,  y que tiene como fin “el querer ser siempre mejor y superarse a sí mismo”.

El segundo lugar lo obtuvo Martha Bárbara Prado Hernández, de diecisiete años, procedente de Monterrey, Nuevo León. Ella está convencida de que estas oportunidades son la mejor manera “de obtener tablas, y enfrentarse en una competencia que al final es con uno mismo”. También reconoció que la presión de estar en el escenario es porque está de por medio no sólo el propio trabajo, sino el de los maestros que los guían.

El ganador del tercer lugar del concurso fue Fabrizzio Vargas Saavedra, originario de Xalapa, Veracruz, de veinticinco años, quien dijo que este es un gran proyecto al que espera se le pueda dar continuidad año con año.

Para Fabrizzio, las dificultades no sólo estuvieron en la técnica empleada para la ejecución de las obras, sino también en lo mental, puesto que “se necesita cierta madurez” para su interpretación. En cuanto a los lugares en los que se desarrolló el concurso, destacó la gran acústica que tiene el Paraninfo de la UdeG.

También dijo que con “estas experiencias uno crece”, y que le hace “mucho bien” a la comunidad cultural del país.

En las eliminatorias del concurso participaron los veinticuatro semifinalistas que quedaron luego de abrirse la convocatoria el año pasado, de los cuarenta y seis originalmente inscritos, que procedían de quince entidades del país. Después de los dos primeros días de eliminatorias, ocho músicos fueron los que pasaron a la final de este viernes, y de la cual resultaron los tres primeros lugares ganadores.

El rector del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño, Ernesto Flores Gallo, resaltó que este es el primer concurso de este nivel que se realiza en la Universidad y el estado, ya que sólo existen otros dos de esa categoría en Nuevo León y en Mérida.

Felicitó a todos los inscritos ya que “la práctica pianística exige disciplina, entrega, rigor y horas de estudio, que los lleva a renunciar a muchas de las diversiones que los jóvenes de su edad suelen disfrutar. A cambio de ello obtienen la satisfacción de lograr el dominio de un instrumento que es considerado el más completo y de merecer los aplausos del público”.

Recordó que el Departamento de Música de la UdeG “ha sido en Jalisco, durante décadas, de suma importancia para la formación de técnicos en música, ejecutantes, cantantes, pedagogos, compositores y directores de grupos corales. Varias generaciones se han formado en sus aulas y se han incorporado a orquestas, han creado grupos y ensambles o se dedican a la docencia”.

El primer lugar se hizo acreedor a una medalla, veinte mil pesos y un piano de estudio Klavier. El segundo lugar, una medalla y quince mil pesos, y el tercero una medalla y diez mil pesos.

Adicionalmente, el ganador del primer lugar tendrá posibilidad de tocar un concierto como solista con la Orquesta Filarmónica de Estado de Querétaro, en fecha por acordar.

Entre los ocho finalistas de la última etapa del concurso, estuvo el alumno del Departamento de Música de la UdeG, Pablo Haro Legaspi. Por otra parte, de esos finalistas, el concursante Andrés Lucero Hernández recibió una mención especial.

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