En el caso del profesor de la secundaria número cuatro que decidió asumirse como la profesora Andrea Carolina, en el que la autoridad determinó que el docente podía seguir enseñando, creo que es importante destacar esta acertada determinación, ya que estuvo basada completamente en los derechos legales que el profesor, ahora profesora, tiene como trabajador.
Independientemente de las percepciones o de la ideología que uno pueda tener sobre el tema, debe respetarse lo establecido en la ley, y deberá servir también para reflexionar sobre los huecos legales que propician estas disyuntivas.
Desconozco si existan estudios sociológicos o psicológicos que analicen casos como estos, si de verdad los niños puedan confundirse o traumarse como algunos de los papás refirieron, pero creo que puede dejar más huella en ellos un ejemplo de tolerancia al permitir que la profesora siga desempeñándose.
Creo que siempre habrá temas que generen discusión, y que cada vez que se llega a un acuerdo sobre ellos, es señal de una sociedad cada vez más madura, que no es indiferente, que se preocupa por su contexto.
Finalmente pienso que para tener una verdadera discusión, deberíamos dejar de lado nuestros miedos o inseguridades y hacerlo con argumentos bien fundamentados.
