Con los impuestos a cuesta

947

La cuesta de enero nunca había estado más empinada y la resaca posterior al jolgorio navideño jamás había sido tan áspera. A las estaciones del calvario del mexicano se le suman ahora los nuevos impuestos, los aumentos en precios de productos de la canasta básica y una inflación que no deja de aumentar progresivamente. En contraste, el salario mínimo tuvo un caricaturesco aumento de solo 3.9 por ciento y el poder adquisitivo luce cada vez más menguado. De manera que se agravan cuatro problemas principales: altos índices de pobreza, la distribución desigual de los ingresos, el cada vez más bajo poder adquisitivo y la inflación.

La clase trabajadora está siendo impactada de manera significativa y, por si eso fuera poco, la gasolina sube cada mes y en Jalisco el transporte aumentó de seis a siete pesos. Todos los incrementos van directamente a gastos imprescindibles.

Mientras el sector oficial argumenta que la situación económica ha venido mejorando y cada vez es más favorable, los resultados de la investigación “Canasta básica e índice de precios al menudeo en la Zona Metropolitana de Guadalajara’ elaborado por el investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), Héctor Luis del Toro Chávez, reflejan otra realidad. El académico asegura que la inflación al cierre del 2013 fue del 10.02 por ciento, por lo que se mantiene en la lista de los problemas que no han sido resueltos por el gobierno.

“Es obvio que la inflación impacta el poder adquisitivo del salario. El salario oficial es de mil 942.80 pesos, 64.76 diarios, pero con la inflación, el real es de mil 765.86”, explica el especialista del Departamento de Métodos cuantitativos del CUCEA.

Los principales incrementos se pueden percibir en los 121 productos alimenticios (recuadro), de cuidado personal y del hogar que conforman la canasta básica. Éstos se deben al acaparamiento e intermediarismo, a los factores climáticos y al alza en el costo de los combustibles, gas y energía.

“Aún percibimos las secuelas de las sequías del 2011 que afectaron 19 de las 32 entidades federativas y sus procesos de producción, afectaciones que se suman a las producidas por las tormentas de Ingrid y Manuel que dañaron principalmente la producción agropecuaria”, asevera Del Toro.

Para el investigador, urgen medidas para que la inflación no siga perjudicando a la población, quien busca más actividades ocupacionales para poder llevar su economía.

“La situación es complicada para un alto porcentaje de la clase trabajadora, que debe desembolsar 7 mil 068 pesos para adquirir la canasta básica”.

De risa el aumento al salario mínimo
Del Toro Chávez añadió que a lo largo de los años, el salario mínimo ha venido sufriendo algunos “raquíticos” incrementos, el más reciente del 3.9 por ciento, que en términos monetarios representa 2 pesos con 50 centavos y el cual es rebasado por las alzas generales.

“La carrera entre los precios y los salarios es ganada por los primeros y el afectado es el bienestar de la población. A fin de que las familias pudieran satisfacer las necesidades básicas, es necesario que un trabajador tuviese un ingreso promedio de alrededor de ocho salarios mínimos de los vigentes en el 2013, lo cual implicaría percepciones de alrededor de 15 mil 542 pesos aproximadamente”, especifica.

Con lo anterior coincide el pronunciamiento de la Cámara de Comercio de Servicios y Turismo en Pequeño, la cual estima que los efectos económicos que se avecinan son tan graves que se registrará una disminución del diez por ciento en el poder adquisitivo.

Aumento en transporte y gasolina
Otro de los gastos que no pueden evitarse son los relacionados al transporte. Ya sea el pasaje del camión o el combustible para vehículos particulares. En ambos renglones vienen impactos imposibles de eludir.

El combustible tendrá un aumento de 10 centavos cada mes y el diesel subirá 13 centavos. Estos “gasolinazos” que se aplican desde el 2009 terminarán el 1 de enero de 2015, anunció el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, el pasado 9 de enero.

Esto ocurre a raíz también de un gravamen especial contemplado en la Reforma Fiscal aprobada el 31 de octubre, el llamado Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a combustibles fósiles, el que ha provocado que la gasolina en México sea ya más cara que la de Estados Unidos de América. El litro de Magna cuesta 12.32 pesos y en el vecino país del norte vale el equivalente a 11.48 pesos.

Por otra parte, el aumento al transporte público en Jalisco vino a desdibujar aún más el escenario económico para los hogares. Para que una familia de cuatro miembros pueda movilizarse, los pasajes diarios suman 2 mil 688 pesos mensuales, es decir, 383 pesos más por el reciente incremento de seis a siete pesos.

El presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios, Alberto Galarza Villaseñor, afirma que desde la organización estudiantil luchan contra el incremento al costo del transporte público en Jalisco, tanto con brigadas para evaluar la calidad del servicio que busca que se retiren concesiones, como con un juicio de nulidad ante el Tribunal de lo Administrativo.

“La FEU y el estudiantado universitario se encuentran en resistencia universitaria, esto significa que todas las acciones de gobiernos tanto estatales, federales y municipales que vayan en contra de los intereses de la ciudadanía en general, la FEU los va a tener de frente para poder realmente incidir y poder defender los derechos de los habitantes de este Estado”, expresa.

Artículo anteriorPerla Hermosillo
Artículo siguienteConvocatoria Programa de Estímulos al Desempeño Docente