Dicen nuestros secretarios de salud y educación a nivel federal, que ya tienen listo el anteproyecto para que en el próximo ciclo escolar se dejen de vender en las escuelas frituras como papas, nachos de harina de maíz con sabor a queso, churritos con sal y limón, así como golosinas enchiladas o saladas. Incluso tampoco habrá refrescos ni jugos con azúcares añadidos.
¿Porqué nada más en las escuelas? La comida chatarra también está presente en cualquier hogar, es fácil controlarla en las instituciones educativas, pero hay casas donde faltan los alimentos básicos, y se tiene como practicidad el gansito y la Pepsi por las mañanas.
Habrá que ver cómo reaccionan las empresas comercializadoras de los productos denominados chatarra, sobre todo marcas reconocidas que han invertido en algunas escuelas ¿cómo les regresan su dinero?
Aunque viéndolo no tan negativo, porqué no se plantea la idea de generar empleos al crear comedores, pero no se vayan olvidar de quienes se ponen a vender afuera de las escuelas ¿o aplicarán operación mochila a comida chatarra?
