Camino de una universidad incluyente

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Crear unidades para dar atención psicopedagógica, social y deportiva a todos los estudiantes de grupos vulnerables de la Red Universitaria, brindar capacitación a docentes y trabajar en políticas que garanticen su continuidad, son algunos de los retos del Programa Universidad Incluyente (PUI).

Desde su creación en 2014, inició con trabajos relacionados a los estudiantes sordos y a constituir un programa de estímulos económicos, además de que ha trabajado en un diagnóstico de infraestructura de la Red Universitaria para saber con qué se cuenta, las adecuaciones que se requieren hacer y qué se necesita para tener instalaciones accesibles, informó la coordinadora del programa, Hilda Ruth Domínguez González.

“Trabajamos un diagnóstico de tecnología, viendo que quizás sea necesario contar con un centro en tiflotecnología para estudiantes con discapacidad visual y auditiva, es algo que estamos trabajando con las bibliotecas, y revisamos qué tiene cada centro y qué necesita para tener accesibilidad tecnológica”.

En materia de tutorías para estudiantes con discapacidad, la misión es formar profesores en este tema, por lo que han elaborado algunos manuales relacionados a los derechos humanos y discriminación.

“Hay que formar a los profesores en el tema de tutorías, antes se trabajaba solamente con el intérprete, ahora los profesores están involucrados con los estudiantes. En el Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), tenemos un acompañamiento para los estudiantes de psicología, además de sus clases se les da dos veces por semana español, y un reto es crear la educación bilingüe bicultural para los estudiantes sordos”.

Explicó que otra de las propuestas es la creación de unidades de atención, con un encargado para cada centro universitario, para que pueda estar en contacto directo con la comunidad estudiantil y facilite el trabajo.

El número de alumnos con discapacidad que estudian en la Universidad, según un diagnóstico realizado en 2015, es de 500 alumnos.

“Se va a implementar un diagnóstico en línea, por si alguien se siente identificado con alguna discapacidad o un grupo vulnerable que se registre y tener cifras más reales”.

Domínguez González señaló que está por terminar un diplomado en cultura de la discapacidad y el propósito es generar más talleres, diplomados y cursos de lengua de señas tanto para profesores como para estudiantes.

El Programa de Estímulos Económicos para Estudiantes con Discapacidad actualmente beneficia a 98 estudiantes con discapacidad motora, a 84 con discapacidad auditiva, a 37 con discapacidad visual y a dos por cuestiones psicosociales.

El PUI apoya a distintos grupos vulnerables como: adultos mayores, comunidades indígenas, personas con discapacidad, comunidad LGBTTTI y estudiantes jefas de familia.

Accesibilidad académica

Al participar en el foro: “Educación superior e inclusión. Los retos del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS)”, con el tema “Un acercamiento a la cultura sorda en el contexto de la educación superior”, el académico del CUCS, Christian Israel Huerta Solano, subrayó que las personas sordas presentan dificultades para acceder al sistema educativo porque las escuelas no cuentan con profesores especializados.

“La educación está muy lejos de considerar y reflejar en su currícula una concepción que respete, valore y acepte a la comunidad sorda con sus características propias. En la UdeG la situación es favorable en muchos aspectos porque hace un trabajo importante para procurar la cultura sorda y, aunque nos falta por hacer, se están realizando esfuerzos importantes”, señaló.

Por su parte, Juan Abel Parra Díaz de Sandi, quien se desempeña como intérprete desde hace cuatros años en la Preparatoria 7 y desde hace un año en el CUCS, expresó que en México hay muchas carencias a nivel educativo. Subrayó que dentro de la comunidad sorda existe la figura del interprete y un rubro importante que es el intérprete educativo, área donde falta mucho por formalizar.

“Realmente no hay una institución o universidad que te pueda decir dé que nivel eres, que te pueda certificar.

Informó que en el estado hay alrededor de diez intérpretes profesionales activos, y según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el estado existen 85 mil personas sordas, pero esa cifra no considera a las personas con otro nivel de sordera o a los que están pequeños o que pertenecen a familias lejanas a la ciudad.

“Por parte de las organizaciones que ayudamos a las personas sordas consideramos que son más de 90 mil en Jalisco”.

Lamentó que las instituciones de educación carezcan de intérpretes y de concientización, información y falta de voluntad.

“No es necesariamente que el docente se tenga que profesionalizar en la lengua de señas, pero sí conocer algo de la comunidad sorda, sus necesidades educativas, al igual que los administrativos, compañeros y por qué no de los demás planteles educativos aunque no tengan alumnos con estas necesidades, para así prepararnos como instituciones incluyentes”.

Dijo que es necesario concientizar a la población en general, independientemente de que tengamos o no algún familiar o conocido con este problema, para que este sector de la población tenga la atención que requiere.

Destacó que en la UdeG alumnos con esta discapacidad ya puedan acceder a licenciaturas como Psicología y Comunicación Pública, que aunque es una oferta limitada, ya es un paso en favor de este grupo.

 

Los universitarios

Lucas Mora (CUCS)

“Estudio tercer semestre de la licenciatura en Psicología en el CUCS. Me he sentido muy bien, mis compañeros platican mucho, para poder conversar algunos han aprendido lengua de señas y tengo otros tres compañeros sordos, Nayeli, Ereny y Néstor.

Quise estudiar psicología porque así podré ayudar a la comunidad de sordos ya que algunos no pueden acceder al trabajo o la escuela y por eso hay que apoyarnos entre nosotros.

Mis materias favoritas son la psicología social, psicología organizacional y capacitación humana. En mis planes para el futuro me gustaría trabajar en algo relacionado a los recursos humanos, porque algunas personas sordas tienen problemas para tener oportunidades laborales”.

Rosa María Casillas Madrigal (CUCSH)

“Hay muchos rezagos, carencias, pero entrando al centro universitario me encantó, hay un ambiente de apertura, los maestros están abiertos a aprender, noté mucho la diferencia en cuanto a los estudios que tuve anteriormente que no tenían esa figura del mediador de comunicación.

Mi experiencia como alumna de la licenciatura de Comunicación Pública del CUCSH ha sido muy satisfactoria, pero hacen falta muchas cosas, hace falta camino por recorrer, pero yo busco esa igualdad entre todos para poder nosotros aspirar a un nivel de conocimiento mejor.

Me siento muy agradecida por las oportunidades. Hay mucha disponibilidad, hasta el mismo rector si me llega a ver, me dice buenos días, cómo estás y con esto me basta para sentirme parte del centro universitario”.

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