Qué felicidad, los transportistas reciben subsidio regalado por el gobierno y así no subir la tarifa a siete pesos. Que felicidad para ellos que se salieron con la suya. Fregados nosotros que seguiremos soportando los frenazos y las mentadas de madre por no bajar del camión al paso que ellos quieren. Fregados nosotros por el tiempo que perderemos al seguir esperando que pase el minibus y que ni se pare para que podamos subir. Mejor deberían realmente capacitarlos y educarlos para que se les quite lo naco y prepotente. Mejor deberían de invertir en transporte con calidad para que no continúen contaminando el aire de la ciudad. Pero todos los tapatíos no protestamos al ver cómo regalan nuestro dinero. Ahí me dicen cuanto pagarán de tenencia y a fin de año que lo regalen. Pero qué nos falta para levantarnos, no en armas, en protestas masivas por tanta estupidez. O qué, calladitos nos vemos más bonitos. 1910 año de la Revolución Mexicana. ¿2010 año de la revolución social?
