Asalto a bar reconocido en el centro de la ciudad

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    Al escribir estas líneas todavía me encuentro un poco asustada, pues la noche de este miércoles 30 de junio, después de un evento cultural con la cantante Mara (que ustedes amablemente nos promovieron en “La Vida Misma”), fuimos a festejar el éxito a un bar en el centro de Guadalajara, a brindar mi amiga Sara, sus hermanos y yo.
    Yo había terminado de cantar una canción de Manzanero junto al piano, apenas me había sentado cuando entraron unas personas armadas, nos amenazaron y nos dijeron que nos tiráramos al suelo y cerráramos los ojos.
    Platiqué con un policía, después del acontecimiento, y él me explicó que la inseguridad va en aumento en el centro de la ciudad, porque el cuerpo de efectivos disminuyó un 50 por ciento. Actualmente tienen que trabajar jornadas de 24 horas. Al inicio de esta administración quitaron las motocicletas y las bicicletas de policías y únicamente dejaron patrullas y un porcentaje de éstas residen en el taller. Ellos, nos dijeron los policías, no se dan abasto para cubrir los incidentes en la ciudad, además de que las condiciones precarias en las que desempeñan su trabajo por las largas jornadas, no permite que den un servicio eficiente.
    Lo que pensamos mi amiga Sara y yo, es que Aristóteles Sandoval, presidente municipal de Guadalajara, mandó al carajo todo lo que olía al PAN, incluyendo la seguridad de los ciudadanos y eso nos pone en riesgo total. Lo que busco es hacer un llamado de atención a las autoridades para que revaloren la importancia de contar con un cuerpo de oficiales en condiciones óptimas y en número necesario para dar seguridad a la ciudadanía.

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