Arrasa UdeG rumbo a la Universiada nacional

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    El equipo deportivo de la Universidad de Guadalajara, la única institución que cuenta con atletas para todas las ramas en competencia, arrasó en el cuadro de medallas en la etapa estatal rumbo a la Universiada nacional 2005.
    “En cuanto al número de medallas destacan las cosechadas en atletismo, un total de 50 preseas repartidas entre 21 de oro, 17 de plata y 12 de bronce”, informa Adolfo Rodríguez Villalobos, jefe de la Unidad de alto rendimiento, de la máxima casa de estudios de Jalisco.
    Sobresalen también las 33 medallas conseguidas en halterofilia (24 de oro y nueve de plata) que “históricamente ha sido una disciplina que aporta una buena cantidad de medallas para la Universidad”, así como en judo, karate y tae kwon do, áreas en las que recibieron 32 preseas de oro y 15 de plata.
    En deportes de conjunto hubo buenos resultados: “en futbol femenil quedamos en primer lugar, mientras que en varonil ganamos bronce; en futbol rápido (bardas), tanto hombres como mujeres obtuvieron medalla de oro; los varones, tanto en volibol de playa, como de salón, conquistaron el oro, mientras que las mujeres, plata; en beisbol logramos plata, y en basquetbol varonil y femenil nos llevamos el oro”.
    Los cerca de 300 deportistas que participaron en esta fase “han cumplido un buen papel y pasamos a la etapa regional en todos los deportes, por lo que esperamos salir airosos en las competencias regionales, que terminan esta semana, contra universidades de Nayarit, Colima y Michoacán”.

    Campeón nacional universitario
    Uno de los atletas que muestra serias aspiraciones para representar a nuestro país en la próxima Universiada, a celebrarse en agosto de este año en Izmir, Turquía, es Moisés íñiguez Cabrera, joven de 25 años que cursa el cuarto semestre de la carrera de cultura física y deportes, de la Universidad de Guadalajara, y cuya especialidad son los tres mil metros con obstáculos.
    Con ocho años de entrenamiento formal, a cargo de Miguel íngel López Navarro, egresado de la UdeG, íñiguez Cabrera ha participado en diferentes competencias internacionales, como en el Mundial de campo traviesa, en Bélgica. En la actualidad es campeón nacional universitario en los tres mil metros con obstáculos y subcampeón en los cinco mil metros.
    “En el ámbito nacional tengo el tercer mejor tiempo. En los campeonatos nacionales celebrados el año pasado en Monterrey, quedé en tercer lugar, detrás de Salvador Miranda y Dennis Salgado. Ha sido mi mejor marca, ya que corrí los tres mil metros en nueve minutos exactos”.
    Agrega que ahora su propósito es mejorar la marca, por lo que está en busca de un evento, de preferencia en el extranjero, donde pueda superar su marca. “En nuestro país es difícil que surjan las condiciones para mejorar los registros, además de que es necesario que alguien te vaya jalando durante la competencia”.
    En el mundial universitario, a diferencia de los campeonatos internaciones celebrados en todo el orbe, “no hay una marca de referencia como la que existe en los campeonatos internacionales, que es de 8.32 minutos, aunque para asistir a los Panamericanos la marca mínima es de 8.47”.
    Por ahora, íñiguez Cabrera solo piensa en su participación en las competencias nacionales y, en caso que obtenga su boleto, que la Universidad sufrague sus gastos para el viaje a Turquía.
    –¿Qué piensas de ti como deportista?
    –Siento que debí haber comenzado a correr más joven. Quizá si hubiera empezado tres años antes, tendría mejor nivel y mayor competitividad con relación a otros atletas.

    La lucha por mantenerse
    Giovanni de Jesús Carrillo Torres, campeón estatal de judo, inició desde chico con los entrenamientos: a los seis años de edad. Ya son 14 de estar bajo una rutina de prácticas y asistir a numerosos compromisos deportivos estatales, nacionales e internacionales.
    Desde entonces ha pasado por una serie de satisfacciones y experiencias gratas, pero también pruebas, decepciones y crisis que lo han llevado incluso a considerar seriamente la posibilidad de retirarse, apenas a sus 20 años de edad, y dedicarse a la preparación de futuros judokas.
    “Fui a un curso de entrenadores en Monterrey. Ahí me empezaron a decir que volviera a las prácticas, que estaba muy joven, y bueno, dije, voy a volver a entrenar”.
    –¿Por qué pensaste en el retiro?
    –Me estaba gustando más dar clases. Como que no quería competir, porque sentía que ya no podía lograr nada.
    –¿Sentías que ya no podías asistir a un campeonato importante?
    –Sí, sentía eso. Pero me convencieron de que volviera a las competencias y, bueno, pues aquí estoy. Desde chico me gustó el judo. Traigo la espinita clavada y la verdad es difícil salirse de algo que te gusta.
    –¿Por qué dejaste los entrenamientos en el Code?
    –Tuve problemas ahí. Hay mucha grilla. No me agradaban muchas de las cosas que hacían. Así que me salí para no seguir en eso.
    Señala que piensa irse a Colima para entrenar con Cristóbal Aburto, quien acudió a las pasadas Olimpiadas de Atenas.
    Carrillo Torres compite para alcanzar un lugar en la Universiada de este año en la categoría de 66 kilos, y menciona que entre sus mejores cualidades está un buen dominio de la técnica:
    “Para ser un buen luchador de judo más que nada es necesario tener una buena técnica, dominar las tácticas de lo que es esta actividad y, por supuesto, saberse preparar para una competencia”.

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