Ser madre al servicio de la comunidad universitaria

La maternidad para dos profesoras del CULagos ha sido una oportunidad para desarrollar aptitudes de empatía y solidaridad con los estudiantes

En el ajetreo del mundo universitario, donde la búsqueda del conocimiento y la excelencia académica son prioridad, en ocasiones pasan desapercibidas figuras que nos rodean todo el tiempo y que siempre trabajan para darlo todo: las madres.

Además de cumplir con las responsabilidades laborales que sus cargos les presentan, logran cubrir las demandas de la maternidad; sin embargo, hacerlo no es fácil.

Xóchitl Aparicio Fernández, quien trabaja desde hace 17 años en esta Casa de Estudios, es madre de dos hijos, de 18 y 15 años, respectivamente. “Es difícil porque ambos –mis hijos y el trabajo– son muy demandantes, y los tiempos son una de las principales dificultades, siento que quedo a deber ya sea con uno o con otro”, menciona la profesora de tiempo completo del CULagos.

“Sí es complicado porque en ocasiones se me juntan cosas que debo atender aquí en la oficina con la hora de comida de mi niña”, dice por su parte Paula Barrientos, jefa de Unidad de Biblioteca quien se convirtió en mamá hace cinco meses, “pero también he ido aprendiendo a organizarme más para poder conllevar el rol de mamá y seguir trabajando”.

A pesar de que estas madres mencionan que no se han visto en la necesidad de rechazar algún proyecto porque éste interfiriera con su rol de madre, sí ha sido necesario tomar decisiones dentro del campo laboral. “He tenido que limitar las actividades que yo sé que hubiera podido hacer porque tenía que dedicarle tiempo a mi familia también”, comenta Xóchitl.

Sin embargo, la universidad brinda algunas facilidades para que puedan consolidar su maternidad. “Cuando mi hija se ha enfermado, he tenido los permisos que se requieren para atenderla, y también puedo salir a lactar” indica Paula. “Ahorita ya no, pero cuando mis hijos eran más pequeños, necesitaba traerlos conmigo cuando salían de la escuela o estaban de vacaciones, y nunca me dijeron ‘no puedes tener aquí a tus hijos’ entonces yo creo que esa ha sido una gran facilidad”, agrega Xóchitl.

La vida de una madre está llena de desafíos, consideran, pero también de gratificaciones, logros y enseñanzas. “Considero que mi experiencia como madre me ha ayudado a ver a los estudiantes de una forma diferente. Antes, para mí debían de saber, y tenían que hacer y aprender. Ahora que mis hijos ya están en esta etapa de estudio, veo a los jóvenes más como personas”, explica Xóchitl.

“Los estudiantes a veces tienen muchos problemas que nosotros no vemos porque no los conocemos muy bien, no sabemos qué hay más allá de las personas, ahora como madre, he desarrollado más la paciencia, pienso más en ellos y veo cómo tratan de combinar la parte laboral con la académica, entonces si me piden algo que necesitan, trato de no negarme” comenta por su parte Paula.

Trabajar y ser madre puede ser complicado, ya que se presentan muchos retos en el camino; sin embargo, con dedicación y amor se puede lograr, y estas mujeres desarrollan muchas actitudes que, en muchas ocasiones, les permiten ser más empáticas y atentas con las personas, especialmente con los estudiantes. “No es imposible, y nosotras somos el vivo ejemplo de ello”, concluye Paula.

Este contenido es resultado del Programa Corresponsal Gaceta UdeG que tiene como objetivo potenciar la cobertura de las actividades de la Red Universitaria, con la participación del alumnado de esta Casa de Estudio como principal promotor de La gaceta de la Universidad de Guadalajara.

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