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Una de las principales preocupaciones de la Coordinación de Servicios Estudiantiles es la prevención de embarazos no deseados, ya que a pesar de las diversas acciones implementadas para brindar información oportuna a la comunidad estudiantil, continúan presentándose casos; se calcula que por cada mil mujeres, hay uno o dos embarazos en la Red Universitaria.

A través de la Unidad de Atención Social se ofrecen servicios que van desde afiliaciones al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), hasta atención en salud mental, prevención de riesgos psicosociales, enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.

En el marco del Día Internacional de la Planificación Familiar, que se conmemora cada 3 de agosto, el responsable del programa, Abraham González, explicó que buscan que los jóvenes que están iniciando su vida sexual sepan cómo protegerse y cuándo decidir tener un hijo.

“Esto lo trabajamos en conjunto con diferentes instancias públicas y asociaciones civiles, como la Secretaría de Salud. Abordamos temas como la prevención del embarazo no deseado en adolescentes, la salud sexual y reproductiva, la prevención de enfermedades de transmisión sexual y la sexualidad humana responsable”, detalló.

Estos temas se abordan mediante charlas, talleres y conferencias sobre el autocuidado. Además, se entregan diversos métodos anticonceptivos, incluyendo preservativos.

“Para las chicas también se ofrece la colocación de implantes subcutáneos como método anticonceptivo. Previo a ello, reciben una charla informativa y firman un consentimiento, sin necesidad de informar a sus padres, ya que la ley protege su derecho a la salud y libertad sexual desde los 12 años. Aunque sean menores de edad, pueden decidir cómo cuidarse”.

También se realizan campañas de concientización en preparatorias, principalmente dirigidas a estudiantes de primer semestre, quienes reciben información durante un par de meses sobre salud sexual y reproductiva.

“No satanizamos la sexualidad de los jóvenes. Integramos temas como nuevas masculinidades, cuestiones de género y la comprensión de que la sexualidad es una decisión personal. Jamás los invitamos a iniciar su vida sexual antes de los 18 años, pero como sabemos que muchos lo hacen, preferimos brindarles toda la información y herramientas necesarias para que se cuiden adecuadamente”.

En cuanto a enfermedades de transmisión sexual, también se llevan a los planteles pruebas rápidas de VIH e información sobre los distintos padecimientos.

El programa tiene alrededor de 30 años, se ha mantenido vigente y actualizado. Sin embargo, a pesar de la información disponible, sigue habiendo una alta incidencia de embarazos no deseados en jóvenes de nivel bachillerato. Esto no solo genera estigma social, sino también problemas emocionales como depresión, ansiedad, estrés y, en muchos casos, deserción escolar. De hecho, uno de los principales motivos de deserción en mujeres a ese nivel es el embarazo no planeado”.

Abraham González señaló que esta problemática no se debe a la falta de información o acceso a insumos anticonceptivos.

“Esto no ha disminuido, y se debe a varias razones. Una es el rechazo natural del adolescente a todo lo que parece impuesto. Otra, aún más preocupante, es el machismo, que considera la protección como una responsabilidad exclusiva del hombre, obligando a la pareja a hacer lo que él considere más placentero o incluso como prueba de amor. Esto constituye una clara violación de los derechos de las mujeres”.

Agregó que cuando los embarazos ocurren en la preparatoria, las parejas generalmente no son estables ni son las personas con quienes terminarán formando una familia. Por ello, es importante sensibilizar a los jóvenes en este nivel educativo.

“La decisión de iniciar la vida sexual es muy importante y debe ser consciente. También es fundamental recordar que no hay consentimiento legal para relaciones sexuales en menores de edad. Aunque entre adolescentes puede ser algo natural, la edad mínima de consentimiento sexual en México es de 18 años. Si un joven de 19 años mantiene relaciones con una menor de 17, ya constituye un delito. Es algo que no se debe perder de vista”.

Otro de los aspectos en los que buscan incidir es en el profesorado, ya que en ocasiones algunos docentes estigmatizan a las alumnas embarazadas, las excluyen o las reprueban por haber faltado durante la cuarentena o por otras situaciones relacionadas.

Finalmente, recordó que cualquier estudiante con dudas puede acudir a las áreas de orientación educativa en sus planteles, donde hay psicólogos y trabajadores sociales que ofrecen información sobre derechos humanos y salud reproductiva.

“El personal no los va a juzgar. Al contrario, son profesionales capacitados para atender cualquier duda emocional, educativa o sexual. Si es necesario, los canalizarán a otras instancias o a nuestra coordinación, donde también podemos brindarles apoyo. Estamos aquí para acompañarlos”.

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