“Rojo sobre rojo”, viaje autobiográfico que conquistó el pitch del FICG

Es un documental íntimo de dos egresados del CUAAD, que se construye como un ejercicio de memoria, duelo y resignificación en forma de "road movie"

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“Rojo sobre rojo” es un documental desarrollado por los cineastas Juliana Orea y Octavio Carreño —ambos egresados del Departamento de Imagen y Sonido (DIS) de la UdeG— uno de los proyectos ganadores del concurso Pitch Escuelas de Cine, una sección de Industria del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG).

El proyecto en desarrollo es un testimonio íntimo que parte de una experiencia personal de violencia de la cineasta Juliana Orea.

El documental recibió dos apoyos estratégicos: el primero, una mentoría con Yolanda Barrasa para fortalecer el guión y enfrentar sus desafíos narrativos. El segundo, el Premio BDC Producciones para acompañar el proyecto en su consolidación y eventual financiamiento.

Pitch Escuelas: comunidad creativa y vitrina profesional

El pitch es, en palabras de los cineastas, una mezcla entre la venta de una idea y el acto de empatizar emocionalmente con un jurado.

“La finalidad del pitch es dar a conocer el proyecto, darle más proyección y buscar aliados que puedan sumarse por medio de premios”, explicó Carreño.

En el caso del concurso Pitch Escuelas del FICG, se trata de una competencia entre proyectos presentados por egresados o docentes de escuelas de cine en México.

Durante el pitch, que tiene una duración de entre siete y ocho minutos, presentan la historia en etapa de desarrollo ante productores, distribuidores y otros protagonistas de la industria.

Del secuestro a la resignificación: una road movie emocional

Rojo sobre rojo es un documental íntimo que se construye como un ejercicio de memoria, duelo y resignificación en forma de un viaje: a bordo del Jetta rojo, Juliana viaja al mar, es un segundo viaje, el descubrimiento del amor y una etapa de su identidad, y el secuestro.

El secuestro que la directora Juliana Orea vivió dentro de su automóvil, por lo que poco después del trauma decidieron contar la historia, hace cinco años, como una estrategia creativa frente a la adversidad.

“Nos preguntamos: ¿qué fue lo que aprendimos a hacer en la escuela? Películas. Entonces, a través del lenguaje cinematográfico, tenemos que buscar respuestas para entender por qué pasan estas cosas como el secuestro de Juliana”, compartió Octavio Carreño.

Para Juliana, el año posterior al secuestro fue el periodo más complicado. Se sintió desfasada con su realidad. Pero regresar al trabajo le dio el estímulo para continuar.

“Ponerlo en papel, bajarlo a imágenes e intentar entender esas emociones y sentimientos fue el inicio de un flujo de trabajo que se convirtió en una válvula de escape”, compartió.

Pero regresar al trauma la desgastó tanto que el proyecto esperó un par de años más. Con el tiempo, Juliana y Octavio comprendieron que el Jetta rojo y la metáfora del viaje ponía las cosas en su lugar para que, en lo personal y en lo creativo, Juliana pudiera seguir adelante.

“La base y el esqueleto del proyecto tiene que ver con un viaje, es decir, con los viajes que hice en ese viejo Jetta rojo y cómo la película me empuja para no quedarme con esa experiencia, volver a emprender el viaje y ver a dónde nos lleva”, compartió.

Una película en camino: producción y estrategia futura

Con el impulso obtenido en el pitch, el equipo planea cerrar la etapa de desarrollo durante este año y comenzar el rodaje a finales de 2026. La producción estará a cargo de Ártico Cine.

Los cineastas ya trabajan en estrategias de distribución desde la escritura del proyecto, una práctica que consideran crucial para asegurar que la película llegue a su público. En el caso de Rojo sobre rojo se trata de un proyecto de autor sobre el cual ya diseñan una estrategia.

“Ya tenemos en el radar una ruta ideal de festivales o en qué tipo de plataformas llegar, es un proceso que, ciertamente. ayuda y no esperar a tener la película lista y luego buscar a dónde”

La claridad estratégica es fundamental en un contexto donde, si bien cada vez es más accesible hacer cine —gracias a nuevas tecnologías—, la distribución sigue siendo el mayor desafío para el cine independiente.

Nuevas rutas para una generación que cuenta historias

La experiencia de Rojo sobre rojo representa más que el inicio de una película: la consolidación de profesionales egresados del DIS. Además, dan un paso más para una nueva generación de cineastas egresados de escuelas fuera de la Ciudad de México.

“Está saliendo muchísimo talento que ya está en los festivales más importantes del mundo, hay muchas plataformas de streaming en México, hay mucho movimiento y oportunidades para los cineastas”, concluyó Octavio Carreño.

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