Fotografías: Fernanda Velazquez | Iván Lara González

Carlo Ramírez Powell recibió un homenaje póstumo en el Paraninfo Enrique Díaz de León por parte la comunidad de esta Casa de Estudio y, en especial, de quienes forman parte de Radio UdeG desde hace muchos años, de amigos entrañables y familiares.

Maestro, amigo, brother, Charly, jefe, papá, hermano… Las múltiples facetas de quien es uno de los íconos de la radio universitaria fueron reveladas en público en la ceremonia en la que tuvieron lugar discursos conmovedores, recuerdos, anécdotas y el humor que caracterizaba a la personalidad de Ramírez Powell.

La Rectora General de la UdeG, Karla Planter Pérez, recordó su paso por Radio UdeG apenas con 16 años, donde tuvo como jefe a Ramírez Powell, a quien definió como un hombre crítico, rebelde y brillante.

“Sí, era excéntrico, pero yo diría también sofisticado. Era elegante y de buen gusto. Tenía una visión periférica, una capacidad de ver lo que la mayoría no ve, que era verdaderamente interesante. Y sí, es cierto, era muy crítico, era fascinantemente rebelde, era brillante, era un hombre sin duda profundo y culto en el más amplio sentido de la palabra. Un hombre que tenía una comprensión amplia del mundo”, subrayó.

Ramírez Powell murió luego de un accidente el pasado 2 de agosto, pero dejó un legado entre las muchas generaciones que han pasado por la radio universitaria, de la que fue uno de los artífices. Periodista, analista político y formador de nuevos talentos, también fue Director de Radio UdeG en dos periodos: de 1989 a 1993, y de 2001 a 2007. Fue conductor del programa La cripta, donde hacía gala de su conocimiento musical; fue conductor y analista en Cosa pública 2.0, Multiverso y Señal global.

Sus múltiples conocimientos lo llevaron a ser un referente en el análisis de temas como política internacional, medios públicos y cultura crítica; además de ser una figura clave en la transformación de la radio universitaria en México, en el análisis geopolítico y en la formación de nuevas generaciones de periodistas.

Los exrectores de esta Casa de Estudio, José Trinidad Padilla López y Tonatiuh Bravo Padilla, recordaron el legado de Ramírez Powell y aseguraron que la comunidad universitaria ha perdido a uno de sus personajes más reconocidos.

“Fue un gran director de la radio; innovó muchísimo, transformó la radio universitaria en una radio más amplia, con una audiencia que normalmente no tenía, sobre todo entre los jóvenes. Hemos perdido a un referente importante que siempre ponía contrapunto en las ideas polémicas”, dijo Padilla López, Presidente de la FIL de Guadalajara.

“Durante las explosiones del 22 de abril, Radio Universidad cumplió una primera tarea fundamental: haber sido el punto (de información) que estaba clamando la población. Carlos Ramírez le daba información a la gente; si estaban sus familiares ahí o no, o si había algún reporte y todo esto generó una enorme molestia en el gobierno estatal”, recordó Bravo Padilla.

La ceremonia fue un espacio donde sus compañeras y compañeras de la radio recordaron su liderazgo, su temple en los momentos difíciles, su sentido del humor y, principalmente, su amor por la radio y por el rock que contagiaba a cualquiera que llegara a laborar a las cabinas, entonces ubicadas en el piso 12 del hoy edificio de Rectoría General.

“Un gran radialista, comunicador, analista, líder y amigo entrañable. Hablar de Carlos Ramírez Powell es referirse a un personaje singular. Yo no dudo al calificarlo como ‘excéntrico’, alguien que se sale del centro, de la norma, como persona y como profesional. Así era también en su vida personal. Vivió como quiso, pero fuera de la norma”, rememoró Alfredo Sánchez, exconductor de la radio y quien fungió como maestro de ceremonias del homenaje.

Gabriela Bautista, conductora y exsubjefa de Radio UdeG, recordó que Ramírez Powell nunca dejó de lado su interés por formar a nuevos talentos en la radio, y “estaba feliz y también esperanzado porque a la radio por fin están volviendo los y las jóvenes de servicio social, que están a punto de descubrir el mundo del sonido y de la radio”.

Rodolfo “Che” Bañuelos, conductor de Radio UdeG, reconoció que el homenajeado fue quien lo impulsó a hacer una carrera radial y a poner al servicio del público su conocimiento de la música y el rock, y ofreció un discurso como si estuviese en una plática con él.

La ceremonia concluyó con palabras de su hermana Ana María Ramírez y de su hijo Carlos Guillermo Ramírez, quien dijo que su padre vivió con convicciones y congruencia toda su vida.

“Mi padre fue muchas cosas, trabajador, sabio y leal, pero también era juguetón, creativo y sabía no tomarse la vida demasiado en serio. Tenía una fortaleza silenciosa, de ésas que no buscan atención, pero que se ganan el respeto por sí solas. Vivía con propósito y se mantenía fiel a sus valores todos los días”, señaló.

En la ceremonia también participaron amigas, amigos y co-conductoras de la radio, como la Rectora del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas, Mara Robles Villaseñor, Ana María García y Margarita Robertson.

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