Parking inteligente

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Imagínese que entra a uno de los estacionamientos más seguros del mundo, en el que para ingresar se le pide su huella digital, se le toman las placas de su auto por medio de una cámara y además le indican cuánto le cobran y los lugares disponibles para que se estacione… y que esto pueda ser posible en fraccionamientos y, por supuesto, en las plazas y centros comerciales.
Todo esto quedó ejemplificado en una maqueta, en un proyecto que pudiera cristalizarse en Guadalajara, incluso en la zona metropolitana durante los próximos Juegos Panamericanos. Aún hay más: también se podría presentar ante la COPARMEX para nuevas empresas.
El proyecto es de cuatro jóvenes: Rodolfo Borja López, Carlos Franco, Iván Pintor Camacho y Roberto Maciel Torres, todos de la carera de computación, ya sea como estudiantes o egresados, jugando cada quien su papel en este “invento” y todos siendo del CUCEI y exponiéndolo en la edición reciente del CONCIBE.
Cientos de horas dedicados al proyecto, a su boceto, luego a las pruebas, más de 25 mil pesos de inversión; sábados trabajando, incluso se conectaban al MSN y cumplieron su objetivo: “Mejorar el proyecto, lograr que se nos reconociera en el CONCIBE y ahora prepararnos para otros concursos”, indicó Rodolfo.
“Estamos muy contentos con el resultado, valió la pena todo el esfuerzo y ahora pensar en que pudiera ser una realidad”, agregó Iván.
Lo más sobresaliente es que también los chavos fueron medio autodidactas; según expresó Carlos, “leíamos los libros, y perfeccionábamos una cosa, luego no funcionaba la otra y así, poco a poco todo se fue dando”.
El proyecto surgió de una manera muy simple: estaban en la calle, vieron el tráfico y se dieron cuenta de que hay pocos lugares para estacionarse en ciertas zonas, como el centro de la ciudad, además de que la inseguridad también preocupa. De ahí en adelante se las ingeniaron.
Su presentación fue en video, una cámara pequeña, casera, en la que pudieron ejemplificar y exponer ante maestros y alumnos su maqueta y cada uno de los pasos, después se les abrieron las puertas porque ahora también estarán en otros concursos.
Roberto Maciel dice que cada uno tuvo su labor bien definida: Carlos Franco se encargó de la base de datos y algoritmos de ayuda; Rodolfo fue quien programó el módulo de biometría y la comunicación en red; Iván Pintor fue el que realizó la programación de microcontroladores y la implementación del hardware en el prototipo; mientras que Roberto hizo la documentación, el diseño de la base de datos y el diseño arquitectónico.
“Trabajamos muy bien en equipo y yo creo que así lo seguiremos haciendo. Sí fue complicado porque era mucho tiempo el que le dedicamos, a veces te cansabas porque había que repetir una y otra vez hasta que quedara. Podía ser un cable, ajustarlo, colocarlo nuevamente, en fin…”.
Y para que no les “pirateen” la idea, los chavos se pusieron listos y están por registrar el sistema de vigilancia en estacionamiento, lo cual no les costará muy caro y les evitará malos ratos. “Más o menos invertiremos como 2 mil 500 pesos, quizá más, pero sí queremos hacerlo porque nos protege y da seguridad”, señala Iván, uno de los más tímidos en la entrevista.
Los jóvenes reconocen y agradecen a su Alma Mater, sobre todo porque luego de tener un buen proyecto y de presentarlo, pueden perfeccionarlo. “Ya es más fácil para nosotros porque está hecho literalmente. Ahora es sólo hacer ajustes en presentación, pero la parte complicada, lo que tiene que ver con mediciones, cálculos y el propio sistema de seguridad, eso ya pasó y ahora todo es más fácil y hay nuevos retos que emprender”, añade Carlos.
Todos comparten este triunfo con sus familiares y amigos, pero también con los maestros y agradecen a la Universidad, primero la oportunidad de estudiar y sobre todo el impulso que recibieron para hacer este tipo de proyectos: “que ahora nos ayudan a contactarnos y hacer realidad la utilidad de nuestros proyectos”, concluyó Rodolfo Borja.

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