Morir bien

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Contar con una ley de voluntad anticipada o del bien morir, sólo será beneficio en algunos casos, y la iniciativa debe ser seriamente discutida para que no tenga vacíos legales, como ocurre con otras leyes, consideró Francisco Gutiérrez, director del Centro de Evaluación e Investigación Psicológica de la Universidad de Guadalajara.
El especialista señaló que sí podría ser de utilidad para los enfermos de padecimientos terminales, que además de graves, ya no tengan cura y, sobre todo, cuya calidad de vida sea mala, tanto por carencias en el sistema de salud, porque no cuenten con medicamentos o porque representen una carga para su familia y cuidadores, y sean objeto de maltrato.
“En ocasiones las personas que están a cargo de los enfermos presentan cansancio mental y llegan a maltratarlos, lo cual no es justo y desgasta más al enfermo; pero [esta ley] también sería necesaria cuando exista mala calidad de vida en los pacientes”.
Insistió en que únicamente puede tener lugar en ciertos casos, como cuando hay un accidente y la persona queda en estado vegetativo, sin posibilidad de recuperación. Sin embargo, se debe ser cuidadoso para determinar los niveles de dolor y que los casos sean estudiados por un comité.
“No se puede tomar el tema a la ligera, no se pueden dejar aspectos pendientes o a corrección posterior. Se deben dejar las reglas bien claras, estipular todo, contemplar todas las posibilidades y sobre ello trabajar”.
El investigador agregó que se requiere un foro de discusión y análisis donde la gente se involucre: “Técnicos en urgencias médicas y que se puedan normar criterios sobre edades, escalas viables en nuestro medio de índice de deterioro de la calidad de vida de una persona. Debe haber muchas voces, opiniones de todos los sectores para que se trate de una ley multidisciplinaria y no deje huecos, como ha ocurrido con algunas otras, como la de menores infractores; no sólo se trata de legislar, sino definir, reflexionar y hacer”.
Por su parte, el doctor Gustavo Montes, jefe de la Unidad de cuidados paliativos del Nuevo Hospital Civil consideró que la iniciativa puede ser buena en algunos casos, y a la par de su aprobación se debería promover que se cuente con mayores recursos para las áreas de cuidados paliativos: más personal, así como más y mejores instalaciones.
Admite que tal iniciativa prospera en países de primer mundo, pero en México, antes de su aprobación deberá quedar bien establecida: “Será conveniente, reiterar que se cuente con un comité de evaluación de casos, cuya resolución no sea por mucho tiempo, que no se tarden”.
Dijo, para finalizar, que el tema aún seguirá dando polémica, pero que ya es un gran avance que se dé el debate en otras entidades.

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