Mónica Ojeda, monstruos, flores e imaginación indócil

La escritura literaria se abre a las mutaciones del pensamiento, a sus desvíos fértiles y ensaya estructuras sensibles para una imaginación porosa y vibrátil; así lo expresó la escritora ecuatoriana Mónica Ojeda en su conferencia “Un monstruo que ama las flores: por una imaginación indócil”, celebrada en el Paraninfo Enrique Díaz de León y como parte de las actividades de la Cátedra Latinoamericana “Julio Cortázar”, organizada por la Universidad de Guadalajara (UdeG).

En la conferencia, donde hizo un recorrido por la literatura, los cuerpos monstruosos y los desvíos que la imaginación es capaz de abrir frente a los discursos de control, Ojeda expresó que le gusta pensar la lectura y la escritura como acontecimientos monstruosos, o por lo menos pensar que tienen la posibilidad de serlo. 

“Una novela, un ensayo, un poema pueden modificarnos la carne; esto les suelo decir a mis estudiantes, con la intención de que cuiden el trabajo con la palabra y a la vez con la intención de contagiarlos de un erotismo lúdico irreverente que les permita encontrar algo parecido a lo que yo he encontrado leyendo y escribiendo”, subrayó la autora de las novelas Nefando y Mandíbula.

Admitió que ciertos textos o conjuros trastoquen su forma de pensar y de estar en el mundo. “¿No es eso lo que en el fondo le pedimos a nuestras lecturas, que de alguna manera nos refundan los sentidos y nos hagan mirar, escuchar, tocar, oler, probar mejor?, ¿que nos ejerciten un oído más atento, una mirada más sensible, un cuerpo más despierto y que a través de la imaginación encarne lenguajes habitables?”, preguntó a la audiencia que llenó el paraninfo.

Lo monstruoso tiene múltiples caras y una de ellas es la metamorfosis, comentó, y a menudo se ha vinculado la literatura fantástica, de terror y ciencia ficción, que son las que han pensado lo monstruoso desde su complejidad, con la incapacidad de imaginar un futuro, es decir, con la distopía. 

“El monstruo no nos habla de futuros clausurados, sino de posibles transformaciones de aquellas formas de hacer y de ser que se han quedado quietas durante demasiado tiempo; de movimientos vivificantes que asustan, como cualquier cambio, pero que a la vez se ansían”. 

“Lo monstruoso nos pone por delante el conflicto innegable que sentimos hacia las metamorfosis. Por un lado, las necesitamos y las deseamos, y por otro, tememos que nos destruyan”, señaló.

La autora, en su visita a Guadalajara, también tendrá participaciones durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), como en la charla de FIL Joven: “Perreo, electro y punk, en la literatura”, este viernes 5 de diciembre, de 11:00 a 12:20 horas en la Salón 6, planta baja, Expo Guadalajara, y en FIL Literatura: “Literatura incómoda”, también el viernes 5 de diciembre, de 19:00 a 20:50 en el Salón 2, planta baja, Expo Guadalajara.