Martes 15 de Abril de 2025

Martes 15 de Abril de 2025

Memoria colectiva entre cempasúchil, copal y música

En un ambiente festivo y con muchas actividades, el CUCosta realizó el festival de Día de Muertos, cuyo corazón fue el concurso de altares

Fotos: Alondra Karina Gómez Vargas

Entre flores de cempasúchil, el aroma a copal y el sonido alegre de la música, el Centro Universitario de la Costa (CuCosta) se llenó de color para celebrar una de las tradiciones más queridas de México: el Día de Muertos.

Este año, el festival se convirtió en un espacio donde estudiantes, docentes y visitantes compartieron su creatividad y su orgullo por la cultura mexicana. Altares, pinturas, talleres y risas se mezclaron en un mismo lugar para recordar que son una forma de mantener viva nuestra memoria colectiva. 

Parte del corazón del evento estuvo en los altares de muertos, elaborados por los propios estudiantes, quienes transformaron su cariño, respeto y creatividad en homenajes llenos de significado. 

Uno de los altares más llamativos fue el realizado por un grupo de estudiantes de la Licenciatura de Psicología, inspirado en el movimiento feminista y dedicado a las víctimas de feminicidio. Alejandro Delgado Pérez, estudiante de esa carrera, compartió que su equipo buscó hacer del altar una expresión visual y simbólica de resistencia y memoria.

“Nos inspiramos en los feminicidios porque lamentablemente se han triplicado y muchas veces pasan desapercibidos. Queríamos levantar un poco la voz y hacer un homenaje a las mujeres que ya no están”, explicó.

El altar combinó los tonos morado y naranja —colores representativos tanto del movimiento feminista como de la festividad— e incorporó elementos tradicionales como flores de cempasúchil, calaveras y veladoras, junto con símbolos que evocan la feminidad desde una mirada cultural.

“Incluimos la luna, que para algunas culturas prehispánicas simbolizaba la feminidad, y objetos artísticos como un violín y rosas, sin caer en estereotipos de género. Queríamos que fuera un altar con fuerza, pero también con sensibilidad”, añadió Alejandro.

En otro punto, los acordes del regional mexicano acompañaban el altar de Chalino Sánchez, creado por estudiantes de la Licenciatura de Contaduría. Ámbar Neftalí Torres Falcón, estudiante de la misma carrera, formó parte del equipo y contó que la idea surgió de la admiración que todos sentían por el cantante. 

“Al principio era solo una idea pequeña, pero terminamos poniendo mucho tiempo, dinero y esfuerzo. Chalino fue un artista que a todos nos gustaba y quisimos representarlo con cosas que lo caracterizaban: tequila, sombrero, guitarra… fue algo muy bonito de hacer”, comentó Ámbar.

Más allá del significado simbólico, muchos estudiantes coincidieron en que lo más valioso fue tener la oportunidad de crear algo con sus propias manos y compartirlo con la comunidad universitaria. 

“Me gustó mucho que se nos diera la oportunidad de hacer algo físico, algo visible y bonito. Esto es un monumento para mí, pues es una forma de recordar a los muertos y de eso se trata la tradición”, mencionó Alejandro Delgado, estudiante de Psicología.

Además de los altares, el festival contó con módulos de maquillaje artístico, talleres de antifaces, creación de coronas con cempasúchil, pintura y calaveras literarias, actividades que permitieron a los asistentes participar de forma creativa y celebrar desde distintas expresiones artísticas.

Diana Fran Contreras, estudiante de la Licenciatura de Biología, disfrutó por primera vez de esta experiencia universitaria y resaltó lo encantada que estaba con todas las actividades ya que, para ella, el Día de Muertos representa una parte esencial de la identidad mexicana:

“Es una tradición que no se debe dejar morir. Es parte de nuestra formación y de cómo nos integramos como sociedad. Creo que el mexicano es muy nacionalista, y eso nos ayuda a mantenerla viva”, expresó.

La estudiante también destacó el ambiente del festival, lleno de música y actividades. “Hay muchas cosas por hacer: talleres, pintura, música… incluso actividades que te ayudan a obtener créditos académicos, pero también a darte un respiro de las clases. Es una forma de relajarte y disfrutar”, añadió entre risas.

Para Edgar Hidalgo, estudiante de Psicología, participar en este tipo de espacios es una forma de reconectar con sus raíces y con la idea del Día de Muertos como un puente entre la vida y la memoria.

“Es una de mis tradiciones favoritas. Más allá del color o los adornos, me gusta por lo que simboliza: la vida después de la muerte y el reencuentro con la familia. Es muy bonito que la universidad promueva eso y le dé visibilidad a nuestra cultura”.

Entre aromas de flores, risas y recuerdos, el Festival de Día de Muertos del CuCosta se convirtió en un homenaje colectivo a la identidad mexicana, recordando que la muerte no se teme ni se olvida: se celebra con vida, arte y comunidad. 

Este contenido es resultado del Programa Corresponsal Gaceta UdeG que tiene como objetivo potenciar la cobertura de las actividades de la Red Universitaria, con la participación del alumnado de esta Casa de Estudio como principal promotor de La gaceta de la Universidad de Guadalajara.

MÁS NOTAS

Post Views: 193