miércoles, diciembre 17, 2025
miércoles 17, diciembre, 2025

Más que una carrera, una vocación: la enfermería que late en la UdeG

Pese a la dificultades, como enfrentarse a la enfermedad y el duelo, y el escaso reconocimiento que tiene la profesión, los y las estudiantes de esta carrera se entregan con pasión y compromiso a este trabajo que no solo cura, también acompaña y transforma

La enfermería, más que una carrera, es una forma de vida. En la Universidad de Guadalajara, los estudiantes que hoy cursan esta profesión enfrentan no solo los retos del aprendizaje clínico, sino también los cambios que implicó la reincorporación de la carrera a la Preparatoria 11, tras la demolición y remodelación del edificio anterior. A pesar de la incertidumbre y la adaptación, su compromiso se mantiene firme: seguir aprendiendo para cuidar con el corazón.

Para María Fernanda Roma, estudiante de séptimo semestre, la experiencia ha sido un recorrido lleno de primeras veces. “Ha sido única y fantástica. Siento que nunca se está preparado para estar frente a un paciente, pero compartir eso con amigos y buenos docentes hace la diferencia”, cuenta. En sus palabras se percibe el entusiasmo de quien ha encontrado su vocación. Aun en los momentos más exigentes, Mafer asegura que “vivir enamorada de la carrera” es lo que le da fuerza para continuar.

La parte emocional, sin embargo, también forma parte del aprendizaje. La carrera exige fortaleza para enfrentar la enfermedad, el dolor y, a veces, la pérdida. Mafer lo resume con sinceridad: “Hay momentos duros, como cuando un paciente fallece o cuando te recuerdan a alguien cercano. Pero dar lo mejor de ti, brindar un buen trato y permitirte soltar una lágrima es también parte de sanar”.

Itzel Joya, compañera de séptimo semestre, comparte una visión igual de profunda pero más crítica. Para ella, estudiar enfermería es “una experiencia agridulce”. “Es una profesión maravillosa, pero el ámbito profesional no siempre te recibe bien como estudiante”, explica. Reconoce que la salud mental en el gremio sigue siendo un tema pendiente. “Somos humanos. Aprender a separar tus emociones del trabajo no es fácil, pero es necesario. Debería hablarse más de ello, porque puede llegar a ser preocupante”.

Sobre la percepción social, Itzel es clara: “Enfermería está muy infravalorada. Aún hay mucha desinformación sobre todo lo que sabemos y hacemos”. Aun así, mantiene la esperanza de que el reconocimiento crezca. “Se necesita visibilizar que enfermería no solo asiste, sino que también piensa, decide y lidera dentro del sector salud”.

Desde una mirada más joven, Pablo Valencia, estudiante de cuarto semestre, describe su paso por la carrera con una mezcla de asombro y gratitud. “Ha sido algo increíble y hermoso. Poder ayudar a los demás, acompañado de compañeros que comparten la misma pasión y de profesores tan entregados, hace que todo valga la pena”. Para él, aprender en comunidad es tan importante como dominar las técnicas clínicas. “Enfermería también es trabajo en equipo; nunca hay que afrontar las situaciones difíciles solos”.

Pablo considera que la pandemia marcó un antes y un después en la percepción de la enfermería. “El mundo empezó a ver lo importante que es nuestra labor, pero aún falta mucho por hacer para que se valore realmente nuestro trabajo”. En lo laboral, sueña con un futuro donde las condiciones reflejen el esfuerzo: “Hay que mejorar los sueldos, las guardias y el reconocimiento de lo que realmente implica nuestra profesión”.

Cuando se les pregunta si la enfermería se elige con la mente o con el corazón, los tres coinciden en que no hay separación posible. Mafer lo explica como “instinto”, un impulso natural de cuidar. Itzel lo define como “una mezcla de fuerza mental y vocación”, y Pablo afirma que “se necesita un corazón grande para ver a la persona más allá del paciente”.

Pese a los cambios de espacio, la carga emocional y los desafíos estructurales, los estudiantes de enfermería de la Universidad de Guadalajara se mantienen firmes en su propósito. Con ciencia en la mente y humanidad en las manos, demuestran que la enfermería no solo cura heridas: también acompaña, consuela y transforma.

Este contenido es resultado del Programa Corresponsal Gaceta UdeG que tiene como objetivo potenciar la cobertura de las actividades de la Red Universitaria, con la participación del alumnado de esta Casa de Estudio como principal promotor de La gaceta de la Universidad de Guadalajara.

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