Foto: José Díaz

Un grupo de estudiantes de las licenciaturas en Geografía y Sociología del CUCSH generaron una serie de patrones, a través de la georreferenciación, de las desapariciones de personas en el Área Metropolitana de Guadalajara de 2018 a la fecha.

El proyecto de investigación “Georreferenciación de personas desaparecidas en Jalisco”, es encabezado por el coordinador del Laboratorio de Estudios sobre Violencia, David Coronado, quien explicó que el grupo de estudiantes se sujeta a una metodología de búsqueda, sistematización y análisis de la información estadística oficial y de colectivos de búsqueda para el mapeo y su interpretación.

“El proyecto tiene su origen desde que en 2018 se ‘cayó’ la Red Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas y su presupuesto de 120 millones de pesos al año; además, dejaron de alimentar las bases de datos y empezó una batalla de cifras”, declaró.

La investigación incluye una serie de 15 mapas, que serán una publicación con el Centro Universitario de Tonalá (CUTonalá), para mapear el delito, generar patrones y explicaciones.

“Lo que hemos encontrado es que desaparecen de todos los grupos sociales, de todos los estratos, pero hay más incidencia en algunas partes del Área Metropolitana. Los han geolocalizado por año y mes, y salieron cosas interesantes. Es un grupo de estudiantes muy creativos, propositivos y adelantan hipótesis”, dijo.

Fotografía: Gustavo Alfonzo

Una de éstas advierte sobre un modus operandi: cada tres días desaparecen personas en lugares diferentes y después no hay registro; sin embargo, cumplido el mes o los 15 días se repite el mismo esquema. Cada tres días desaparecen personas.

“Todavía lo estamos tratando de relacionar y explicar si se trata de personas que no pagan algún tipo de cuota, o si es por la necesidad del crimen organizado de reclutar personal para los campos. Todo esto no deja de ser indicios y no deja de ser sustento para hipótesis”, explicó Coronado.

Los mapas

Al momento, el equipo tiene cuatro mapas, de los cuales Coronado compartió avances:

  • El primer mapa asocia las desapariciones entre las zonas con mayor plusvalía y en las que las personas tienen menor poder adquisitivo.

Donde hay piscinas y albercas las desapariciones decrecen; por supuesto, las albercas están concentradas en zonas muy cotizadas del AMG; aunque hay en toda la ciudad, en colonias como Providencia, Colinas de San Javier y similares, las desapariciones disminuyen, lo que relaciona la capacidad de gasto y capacidad de ingreso con el número de desapariciones”.

En zonas con menor capacidad adquisitiva, donde hay tianguis populares, ahí es donde se reportan más desapariciones.

  • El segundo mapa hace el cruce de los sistemas operativos de teléfonos celulares de IOS y Android con las desapariciones, que arrojó que los usuarios de Android son los que reportan más desapariciones que los de IOS.

Cuando se empalman los dos sistemas son más numerosas las desapariciones donde predomina el uso de los Android. Es un patrón muy interesante que tiene la referencia de la capacidad de gasto e ingresos de las personas; es un intento de explicar este patrón”, dijo.

  • El tercer mapa asocia las desapariciones con las vías de comunicación como carreteras federales, caminos secundarios y vías de tren.

“En esos tres lugares es donde más número de desapariciones se dan; en esas zonas ocurren desapariciones con mayor frecuencia, hay una relación entre camino, vías ferroviarias y caminos secundarios con desapariciones”, apuntó.

Coronado resaltó que la información podría emplearse en la prevención como vigilancia enfocada en esos sitios ocupados por el crimen organizado.

David Coronado añadió que en el proceso de desapariciones de personas no se contempla el elemento político en el territorio, esa red de poder hegemónica que prevalece, el Estado, compuesta por hilos paralelos que, si desaparecen uno o dos, sigue vigente.

“El hecho de que el líder del Cártel Jalisco Nueva Generación no pueda dominar la zona de poder implica que haya conflictos, no obstante, estos conflictos van a propiciar la necesidad de generar mayores ganancias, porque son ingresos económicos brutos altísimos”, dijo.

  • El último mapa concatena las desapariciones del AMG, Lagos de Moreno y Puerto Vallarta. La última ciudad es considerada una de las más seguras del Estado, aunque en los reportes de las autoridades descuentan la gravedad de las desapariciones diarias, y sólo consideran el impacto económico. “Las desapariciones no tienen importancia, es más importante mantener las inversiones y el turismo que la vida”, dijo el catedrático.

Precisó que el crimen organizado descansa en la cuestión económica disociada de cualquier forma moderna de mercantilización.

“Es la acumulación de capital en su estado más puro, en su estado originario sustentado en la piratería y en los corsarios. Este tipo de prácticas lo único que hacen es acumular capital, como lo describió Marx: campesinos desplazados, despojo de tierras, migración de propiedades y terrenos”, explicó.

El equipo de investigación está compuesto por las estudiantes sociología: la coordinadora Mayte Berenice Sigala Díaz, Andrea Endora Iriarte Mejía, Olga Valeria Rivera Abundis, Karina Jacinto, Francisco Gutiérrez Zúñiga, Ana Cristela Ruiz Velasco López  y Hoirus Oswaldo Luna Ortiz;   de geografía: Carlos Eduardo Gómez Salazar, Josué Gael Mendoza Barajas, Juan Carlos Aguayo Serrano, Ismael Cardiel Hernández; de trabajo social, Alondra Kikey Navarro Veliz; de historia, Andrés Sierra, y de la Maestría en Estudios de Género de la Universidad Pedagógica Nacional, Brenda Esmeralda Sánchez Martínez.

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