Martes 15 de Abril de 2025

Martes 15 de Abril de 2025

Los kilómetros para llegar a CUValles

Estudiantes narran su trayecto para asistir a clases al centro universitario ubicado en Ameca

Alberto estudia Psicología en el CUValles y vive en Ameca. Se levanta a las 7 de la mañana para tomar un camión que lo lleva directo a la universidad en menos de 15 min. Sin embargo, para muchos estudiantes del Centro Universitario de los Valles, el día no empieza con un café o un repaso a la lectura de la lección pasada. Comienza sin haber salido el sol y con un largo camino por recorrer.

Muchos vienen de rancherías y comunidades alejadas, de municipios como Etzatlán, Mascota, Tequila, Acatlán de Juárez o incluso Tlajomulco. Viajan de una, dos, hasta tres horas cada día (solo de ida) para poder sentarse en un aula.

José de Jesús Esquivel, estudiante de Abogado, y Felipe, estudiante de Administración, ambos originarios de Mascota, tienen recorridos similares: camiones incómodos, rutas limitadas y jornadas que se extienden hasta más de 16 horas entre traslados y actividades académicas.

“Hay días que el cansancio me rebasa, y esas cuatro horas en el camión me impiden avanzar con mis tareas”, dice José. Felipe agrega: “El estrés de que no te rinde el tiempo es real. Llegas agotado y todavía hay tareas que entregar”.

Desde Tequila, Efraín Castañeda, también estudiante de Abogado, comparte una rutina parecida. “Me levanto a las 5 am, salgo a las 5:40 am, llego aquí a las 7:30. Hay días que regreso hasta las 9 de la noche por el tráfico o por no alcanzar el camión. A veces los profes se emocionan con las tareas y se vuelve más pesado”.

Para Alejandra, estudiante de Ingeniería en Diseño Molecular de Materiales, el día empieza aún más temprano: a las 3:40 a.m. Desde Tlajomulco, su trayecto la obliga a tomar dos transportes y lidiar con tráfico pesado en la zona metropolitana. 

“El lunes es el día más pesado. Salgo del CUValles a las 4:00 p.m. y llego a mi casa hasta las 8:00 de la noche. Llego cansada, solo me da tiempo de comer, preparar mi lonche y avanzar un poco con tareas. No puedo desvelarme porque al día siguiente repito lo mismo”.

Todos entran en el mismo horario y van a la misma universidad, con la diferencia que viven en diferentes partes de la región. Más allá de lo académico, todos ellos comparten una reflexión: no todos tenemos las mismas 24 horas. Mientras algunos viven a escasos minutos del centro, otros invierten horas diarias en transporte, madrugan, trabajan, y aún así deben rendir al mismo nivel. “Uno que vive a 10 minutos puede levantarse a las 7am. Nosotros lo hacemos a las 4:30am. No es lo mismo”, señala José de Jesus.

Si algo une a estos estudiantes es su motivación. Todos coinciden en lo mismo: superarse, terminar su carrera y convertirse en el orgullo de sus padres. Es ese sueño el que los hace resistir, incluso cuando el cansancio es abrumador o el tiempo no parece alcanzar.

Este contenido es resultado del Programa Corresponsal Gaceta UdeG que tiene como objetivo potenciar la cobertura de las actividades de la Red Universitaria, con la participación del alumnado de esta Casa de Estudio como principal promotor de La gaceta de la Universidad de Guadalajara.

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