Escuchar el tono de campanitas navideñas en julio es algo extraño, pero en 1985 había un porqué: recabar fondos para aliviar la hambruna en Etiopía a través del concierto benéfico realizado simultáneamente en Filadelfia y Londres, en el que fue interpretado el tema ya clásico “Do They Know It’s Christmas?” que detonó el proyecto Live Aid de Bob Geldof.

El evento realizado el 13 de julio de 1985 quedó registrado en los documentales «When Harvey Met Bob: The Story of Live Aid» y «Live Aid at 40», producido por la BBC, como parte de la celebración de aniversario.

Live Aid tiene distintas aristas a revisar. Primero, por la producción de un espectáculo que conjuntó a destacados cantantes de Europa y Estados Unidos, al cual asistieron más de 160 mil personas; una causa social a atender: la hambruna ocasionada por distintos factores como sequías, conflictos internos y políticos, y los resultados del proyecto de marketing con causa al recaudar casi 245 millones de dólares y en el que la presencia de los cantantes dio más credibilidad a la campaña.

La producción de un espectáculo requiere de una gestión estratégica que cumpla tres objetivos interrelacionados, como refiere Mar López, doctora en Comunicación por la Universidad Rovira i Virgili: “Llevarlo a término, hacerlo dentro del presupuesto estimado y en la fecha prevista”.

Fueron más de 16 horas de música en en el concierto simultáneo de Live Aid realizado en los estadios Wembley de Londres y John F. Kenneddy de Filadelfia. El costo de la producción de ambos eventos fue de aproximadamente 4 millones de dólares, cuenta Mitchell, director de Worlwide Sports and Entertainment, a la revista Rolling Stone en el reportaje “Live Aid 1985: el día que el mundo rockeó”, publicado en 2021.

Live Aid es considerado un acontecimiento global de humanismo, término que de acuerdo al filosófo francés Nicolás de Condorcet es definido como “la compasión por todos los males que afligen al género humano, el horror por todo lo que en las instituciones públicas, los actos de gobierno y las acciones privadas añade nuevos dolores a los inevitables de la naturaleza”.

La gran hambruna

De 1983 a 1985 Etiopía sufrió una gran hambruna, eventos que de acuerdo a los economistas Jean Drèze y Amartya Sen son causados no tanto por la escasez de alimentos sino por la falta de derecho a los recursos basados ​​en el acceso al poder económico, social y político. En el país de la África oriental, la unión de estas variables provocaron una crisis en la cual fallecieron más de 400 mil personas.

La “emergencia silenciosa”, como la clasificó en su momento la UNICEF, conmovió a la comunidad internacional por la descripción a detalle de la hambruna, calificada como “bíblica” en el reportaje de la BBC de Michael Buerk y el camarógrafo keniano Mohammed Amin, transmitido en más de 400 canales de televisión del mundo.

La noticia captó la atención de Bob Geldof, quien decidió idear un proyecto de marketing con causa que cambió la forma de recaudación de fondos, al convocar a personalidades públicas a eventos benéficos; inspiró más conciertos de esta naturaleza y orientó a la implementación de informes de transparencia de la utilización de fondos.

Live Aid es un proyecto histórico que remite a la nostalgia de los ochenta por las grandes figuras de la música participantes, como Elthon John, Sting, Queen, David Bowie, U2, Michael Jackson, Bananarama, Madonna, Eric Clapton y más.

Contar con la participación de personalidades públicas en proyectos para apoyar una causa social es una oportunidad para aplicar la economía de la atención, es decir, hacer que el receptor o espectador fije su atención en cosas y mensajes que, previamente, no son de su interés, como se apunta en el libro Estudios sociales sobre el consumo.

Antes del reportaje de la BBC nadie prestaba atención a la crisis humanitaria, pero después del trabajo periodístico, del lanzamiento del sencillo “Do They Know It’s Christmas?” y los conciertos, la sociedad se solidarizó para apoyar el proyecto Live Aid.

Después de este acontecimiento, otros conciertos benéficos se han realizado para atender desastres como los destrozos de Katrina, el terromoto de Haití o apoyar a familias de socorristas caídos el 11 de septiembre de 2001.

Transparencia y rendición de cuentas

En los proyectos solidarios es importante la rendición de cuentas no solo para informar, sino también para visibilizar el destino de lo recaudado. El video oficial de “Do They Know It’s Christmas?” da fé de ello.

En 2008 fue lanzada la Iniciativa Internacional para la Transparencia de la Ayuda para mejorar la rendición de cuentas de resultados de la ayuda humanitaria y de desarrollo.

Los datos publicados por donantes gubernamentales, organizaciones del sector privado y organizaciones no gubernamentales son evaluados a través del Índice de Transparencia de la Ayuda que se da a conocer en Publish What You Fund.

En 2024, los tres primeros lugares en el ranking fueron el Banco Africano de Desarrollo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y US Millennium Challenge Corporation.

El reporte indica que se evaluaron seis organizaciones de las Naciones Unidas. La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) fue la organización mejor clasificada, alcanzando el cuarto puesto con una puntuación de 92,2. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), ambos participantes por primera vez en el Índice, obtuvieron puntuaciones de 84,5 y 63,4, respectivamente.

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