El jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, criticó las políticas dispuestas por la administración del presidente Felipe Calderón, las que calificó de equivocadas, conservadoras y mediocres, al hablar sobre “equidad social”, durante una conferencia magistral en torno a las políticas públicas, en el marco de la Feria Internacional del Libro. Ebrard dijo que “para ellos (el gobierno federal), gobernar se trata simplemente de administrar los extremos de la desigualdad, tan sólo para mantener la estabilidad social”.
Denunció que se está desmantelando al IMSS y al ISSSTE, y se preguntó ¿dónde están los grandes recursos y en qué se están invirtiendo? Recursos como los que resultan de tener el precio del petróleo más alto de la historia, y que nadie sabe en qué se han invertido.
Llamó a no dejarse engañar con la tesis de la mediocridad, que lleva al conformismo y a la frustración. Por el contrario, dijo, se debe apostar por cambiar las condiciones sociales. En este sentido, defendió sus políticas basadas en cinco ejes prioritarios: educación, salud, vivienda, infraestructura y recreación.
En medio de aplausos de los más de 500 asistentes, el jefe del gobierno capitalino habló de la otra forma de ver las cosas. Celebró los 10 años de gobierno del PRD en el DF, y destacó logros, como que esa entidad sea número uno en porcentaje de su gasto público destinado a infraestructura y desarrollo humano, y que hoy su deuda sea la mejor calificada del país.
Recordó las restricciones del gasto corriente, celulares, sueldos altos, vehículos para funcionarios, y se congratuló de contener el crecimiento de la burocracia. “Lo único que ha crecido en nuestro gobierno es la contratación de policías”.
Entre otros logros, mencionó la pensión para adultos, que, recordó, era considerada una locura, y que ahora copian quienes lo criticaron. Y una vez más preguntó: “¿Entonces, quién tiene la razón?”. Habló de los programas de apoyo a estudiantes, el subsidio para vivienda y el seguro de desempleo.
Se dijo convencido de la política de recreación. Afirmó que el acceso a cualquier espectáculo se dificulta para muchas personas, por lo que dispuso que todo espectáculo importante que llegue al Auditorio Nacional se lleve al zócalo, para que lo puedan observar 100 o 200 mil personas gratis, y sin necesidad de que el gobierno desembolse un solo centavo, ya que es a cambio de los impuestos que deben pagar.
Ebrard sentenció que el “2 de julio no se olvida, porque si olvidamos, va a volver a pasar. Entonces, no nos lo podemos permitir, por nosotros y por nuestros hijos”.
