La novela que se hizo polvo

Pedro Páramo es un cúmulo de nombres que al manipularlos se deshacen, se vuelven brisa, se tornan borucas. Es un mapa poblado de murmullos y presencias escurridizas, inubicables, que son puro aliento

Pedro Páramo es, antes que una novela, una historia que no tiene un atisbo de luz, porque es un amasijo de oscuridades. Después, Rulfo hizo con esa historia una novela intemporal, una novela que inauguró lo que en literatura vino después y sepultó aquello que tambaleaba. Pero Pedro Páramo también es una fotografía, antigua, a blanco y negro y cuyos bordes ya amarillean, dejan marcas en los dedos. 

Pedro Páramo es un cúmulo de nombres que al manipularlos se deshacen, se vuelven brisa, se tornan borucas. Es un mapa poblado de murmullos y presencias escurridizas, inubicables, que son puro aliento. Es un mosaico que carece de dureza pero no de valles y planicies en que los personajes celebran la vida y encuentran la muerte. Su muerte. La de otros. La de todos.

Pedro Páramo es el escenario por antonomasia, montado ex profeso, para todo tipo de dramas y cuentos en que sus personajes no acaban bien, que adquieren movimiento y ruta propia. Es el teatro en el que tiene lugar la llegada, la estancia y la partida de lo deseable y cuyas representaciones merecen risas, lágrimas, aplausos, reverencias. Es un descubrimiento tardío que desencadenó otros descubrimientos. Es un mazo de naipes que encubre sus figuras y cuyo azar depara la mala suerte de toparse con un revés, con la bancarrota definitiva. Es un abanico de posibilidades, dolores, ausencias, negaciones.     

Es un sitio al que se puede llegar, sí, con dificultades, pero para salir se necesita más que quererlo, hay que perder algo de sí. Aunque Pedro Páramo no es un laberinto, se le parece con sus múltiples salidas falsas, sus pasillos intrincados, sus fieras encubiertas, sus Cerberos dentudos, sus guardianes celosos, sus gentes calladas y la presencia de entes brumosos y fantasmales.

Pedro Páramo es un largo listado de motivos para el sufrimiento, la inquina, el desarraigo, la premonición, el desaliento, la tibieza, el odio, la pérdida, el abandono, la desnaturalización, el desasosiego, la abulia, el ímpetu aquietado, la inmisericordia, el incordio, lo pusilánime, la deuda, la destrucción, la maldad, lo inaudito, el olvido último.

Pedro Páramo es una genialidad pocas veces vista (una sola, para ser precisos). Es una epopeya, una piedra de toque familiar, una saga de sangre, un ensayo fantástico, un entramado de apariciones y voces acalladas, un concierto asordinado, una peregrinación de creyentes a la que no se le ve un fin, un manifiesto literario de vanguardia, un cuento que se alarga y se ramifica y de sus ramas no sólo surgen hojas y frutos, sino que desencadena ríos, afluentes, manantiales, géiseres, ojos de agua, torrentes y océanos que en su fondo albergan murmullos que nos resultan queribles, deseables, no obstante su tendencia al silencio y la dejadez.

Pedro Páramo es un invento rulfiano, un episodio de locura rulfiano, un instrumento maquiavélico rulfiano, una máquina rulfiana, un Gólem rulfiano, una locura rulfiana, un tablero de ajedrez rulfiano, una proyección rulfiana, un teléfono descompuesto rulfiano, una caja de Pandora rulfiana, un cubo de Rubik rulfiano, un largometraje cámara al hombro rulfiano, unas cajas chinas rulfianas, un dislate rulfiano, unas matriushkas rulfianas, un Sherlock rulfiano, un vinilo rulfiano, un esqueleto rulfiano, una vasija agrietada rulfiana, un pegote de barro rulfiano, un árbol genealógico rulfiano, un Atlas rulfiano, un despropósito rulfiano, un acorazado Potemkin rulfiano, un pergamino revelador rulfiano, un globo terráqueo rulfiano. Pedro Páramo es, rulfiano.

Pedro Páramo es un hombre que se vuelve piedra, luego una mole, luego lodo, luego un terrón, luego nada.

Pedro Páramo, al fin, es una novela que se hizo polvo.

EL AUTOR

Juan Fernando Covarrubias es cuentista, novelista y ensayista. Obtuvo el Premio Nacional de Cuento Agustín Yáñez en 2014. Ha publicado los libros de cuentos La muerte compartida (2013), O Cirilo tal vez regresó (2022) y Loco por destruir (2024). La novela Nada que salvar (2024) y el libro de ensayos Las disputas entre la mosca y el hombre (2021). Es corrector de estilo, imparte clases de narrativa en el CAAV, y coordina dos talleres de cuento y un círculo de lectura.

MÁS NOTAS

Post Views: 206