Jubilación acto de justicia para empleados

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Con 33 años en la medicina, el jefe de epidemiología del Hospital Civil “Fray Antonio Alcalde”, Joel Robles Uribe, califica como un derecho legítimo y constitucional, además de un acto de justicia, recibir una jubilación.
“Por edad ya me podría jubilar, tengo 78 años; por antigí¼edad, 33 años de servicio; por enfermedad: estoy surtido de enfermedades”, comenta el fundador y único jefe del servicio de medicina preventiva del nosocomio, quien agrega que parte del problema en los Hospitales Civiles de Guadalajara es que son “la primera generación que tiene derecho a pensionarse”.
Antes de 1965, el personal que laboraba en dichos nosocomios no cobraba un sueldo. En un movimiento que inició el doctor Alfonso Partida Labra, fueron establecidos los derechos laborales.
Ahora el reto es conseguir una pensión, sin embargo, a la fecha “nos encontramos con una resistencia a otorgarnos ese derecho constitucional, sobre todo por parte del gobierno del estado y la oficina de pensiones estatal”.
Eso sin contar conque hay más de mil 500 trabajadores que no tienen plaza. Algunos ya tienen hasta 10 años de labores, sobre todo en el Hospital Civil “Juan I. Menchaca”.
“Es muy penoso, como muchos trabajadores vamos al hospital en condiciones deplorables. Unos con bastón, otros apenas caminando”. Hay médicos con más de 50 años que sirven y quieren mucho al Hospital Civil, porque saben que acuden personas muy pobres y que carecen de un derecho a la seguridad social.
Plantea que la mayoría, en cuanto se garantice una pensión “nos vamos a jubilar. Es necesario. Soy epidemiólogo, pero una gran cantidad de médicos son jefes de servicios quirúrgicos, ya no pueden operar un cráneo, un corazón, hacer una cirugía de abdomen prolongada. Lo hacen con mucho esfuerzo, recargando su trabajo en adscritos más jóvenes o residentes de alto nivel que ya tienen una especialidad”.
“Mi servicio está en la torre chica en el tercer piso. Subir allá es una prueba de esfuerzo. Lo subo diario, quiere decir que mi corazón todavía aguanta, pero ya no es posible, ando con bastón”.

Destino
Su vocación social lo impulsó a desarrollarse en esta profesión. “Siempre he tratado de ser un buen médico. He estudiado, he ido a congresos, he recibido algunos grados, pero también he querido ser un luchador social”.
La especialidad más cercana a tal ideal era la epidemiología, pues los expertos en esta área tenían como misión ir a los sindicatos y a vecindades a promover campañas de vacunación, y esto es lo que se acercaba a su manera de ver la medicina.
“Lo que nosotros hacemos en medicina preventiva es fundamental. Muchas enfermedades se han erradicado con la medicina preventiva: sarampión, poliomielitis, cólera. Aunque tenemos el problema que con esta crisis alimentaria, el aumento de pobreza en nuestro país, enfermedades que ya se habían controlado vuelven aparecer, como el paludismo o el cólera”.
En fechas recientes, el doctor Joel Robles Uribe presentó un proyecto para crear una unidad de vigilancia epidemiológica hospitalaria, ante el consejo de gobierno del hospital. Fue aceptada.
“Queremos que sea un modelo para todo el país por que integra los servicios de medicina preventiva e infectología y servicios que manejan enfermos crónico degenerativos”.

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