
Estudiante de periodismo en la I.U.T de Lannion, que forma parte de la Université de Rennes, realiza intercambio en CUCiénega
El 30 de julio fue el primer día en que Jeanne Le Bourhart pisó suelo mexicano, y comenzó con una de las aventuras que sumarían al sueño que tiene desde los 15 años: conocer el mundo. Sueño que inició con una pequeña estancia académica en Irlanda para aprender inglés y, desde entonces, esta chica francesa supo que viajar sería una de sus pasiones.
Seis años después, sigue construyendo su vida académica con una oportunidad que la trajo hasta el Centro Universitario de la Ciénega, perteneciente a la red de la Universidad de Guadalajara, pero con sede en Ocotlán, para continuar con su carrera en Periodismo.
Jeanne tiene 21 años y es originaria de Bretaña, en el noroeste de Francia. Vive con sus padres en una pequeña ciudad llamada Goven, cerca de Rennes, donde estudia Periodismo en la I.U.T de Lannion, que forma parte de la Université de Rennes. Desde siempre había soñado con estudiar en otro país para conocer nuevas culturas y aprender otro idioma.
“Hablé de México con mi hermana, quien me dijo que tenía amigos y amigas que vinieron a este país. Me dijo: ¿por qué no? Siempre me gustó mucho aprender español, la cultura también. Hablamos mucho de América Latina en la escuela y eso me gustó mucho”, comparte.
En su universidad existía la posibilidad de hacer un intercambio académico después del segundo año. Jeanne consideró varias opciones, pero finalmente eligió México, motivada por las recomendaciones de su hermana y amigos que habían estudiado aquí. Para postularse, presentó una carta explicando sus motivos y los profesores aprobaron su solicitud.
“Mis padres me acompañaron a México porque tenían miedo por mí… Llegamos el 30 de julio a la Ciudad de México y empezamos con un viaje de 10 días: fuimos a Taxco, Puebla y San Miguel de Allende” Al finalizar este recorrido, sus padres la acompañaron a la casa que alquila en Ocotlán, donde vive con ocho roomies.
“Pienso que son como mis hermanas. Me ayudan para todo, me hacen descubrir cosas de la comida, me ayudan con el español también, porque es difícil”.
El 11 de agosto comenzaron sus clases en la carrera de Periodismo. Jeanne cursa seis materias y poco a poco se ha adaptado a la vida universitaria en México, que encuentra distinta de la francesa “Aquí los profesores son muy amables, muy cerca de los estudiantes, y eso me da confianza porque sé que puedo preguntarles sin problema”.
Le sorprende que muchos jóvenes no elijan periodismo porque lo consideran un oficio peligroso. “Las clases suelen ser pequeñas, a veces de solo cuatro alumnos”, lo que permite tener mayor contacto con los docentes.
Otra diferencia que se nota es el uso de recursos: mientras en Francia se trabaja más con equipos tradicionales de radio, televisión y prensa, en México sus compañeros usan mucho el celular para producir contenidos. De hecho, antes de venir decidió comprarse una cámara, con la que practica fotografía y televisión, áreas que le apasionan.
“Aquí en México se aprende más libre, en Francia lo que aprendemos es más estricto.”
En cuanto a la vida diaria, Jeanne camina a la universidad porque vive cerca. Su rutina incluye clases, comidas en la cafetería y gimnasio. Dedica tiempo a comunicarse con su familia y amigos en Francia, a quienes extraña, y por las noches disfruta convivir con sus roomies, jugando cartas o lotería. Ese es uno de sus momentos favoritos del día.
Los lunes imparte clases de bádminton: “El profe de deporte (Néstor Sotelo) me decía: ‘¿qué deporte haces?’ y yo decía, ‘bádminton en Francia, pero aquí no hay.’ Y me decía, ‘Okay, vamos a comprar cosas para que tú seas la maestra de bádminton’”.
Lo mismo ocurrió con el idioma: “Los lunes voy a dar clase de francés, con la maestra Gloria (Escamilla), para las personas que quieran”. También participa en un taller de crochet, pues destaca que son actividades que en su universidad no encuentra.
En su adaptación a la vida universitaria en Ocotlán, Jeanne ha contado con el apoyo cercano de Ana y Brenda, las encargadas de los intercambios en CUCiénega. “Son muy amables, son como mis mamás aquí, para hablar o preguntar cosas”, comenta Jeanne. Gracias a ellas, se ha sentido más acompañada y segura durante su experiencia de intercambio.
En México ha descubierto muchos platillos, siendo su preferido el pozole, que suele comer los domingos con la familia de sus caseros. En las bebidas, también encontró una favorita: “Aquí todo el tiempo tomo agua de jamaica, porque en Francia no hay, es muy rica”.
Para Jeanne, este intercambio representa una gran aventura. Aunque reconoce que es cansado adaptarse a otro país, con un idioma y una cultura diferentes, lo vive como una oportunidad única para crecer, aprender y descubrir nuevas formas de hacer periodismo.
Por eso recomienda a otros estudiantes animarse a estudiar en el extranjero, especialmente si se tiene la posibilidad de pasar un año completo, como lo hará ella, pues considera que un semestre sería muy poco para aprovechar la experiencia.
“Es muy cansado, pero es muy interesante. Pienso que es una oportunidad, si las personas tienen la oportunidad de hacerlo, es una cosa por hacer”.
Este contenido es resultado del Programa Corresponsal Gaceta UdeG que tiene como objetivo potenciar la cobertura de las actividades de la Red Universitaria, con la participación del alumnado de esta Casa de Estudio como principal promotor de La gaceta de la Universidad de Guadalajara.
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