Simuladores de procedimientos médicos, laboratorios de biomateriales y pantallas táctiles para conocer de anatomía son algunas herramientas de las que disponen estudiantes del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) para su formación profesional.
Estas herramientas de última generación se encuentran disponibles en la Unidad de Simulación en Ciencias de la Salud del CUCS, donde las y los estudiantes tienen la posibilidad de practicar con equipo tecnológico para simular diferentes situaciones que abordarán como profesionales de la salud.
“Nos encargamos de brindar simulación clínica para las diferentes carreras de ciencias de la salud como una estrategia didáctica dentro de sus clases, es decir, tenemos simulaciones desde la realidad virtual, uso de pacientes estandarizados o simulaciones de baja o alta fidelidad”, explicó el jefe de esta unidad, Felipe Bribiesca González.

Este espacio tiene dispositivos para simular clínicas, quirófanos y otros procedimientos médicos, pero también hay salas que emulan las condiciones de un hospital para que las y los estudiantes puedan practicar en ambientes controlados por docentes, quienes plantean los casos y orientan con las posibles soluciones.
La unidad forma parte de la Coordinación de Ecosistemas para el Aprendizaje, y además de contar con dos pisos de aulas para simulación y realidad virtual, tiene consultorios, donde las y los alumnos interactúan con pacientes.
“Tenemos un hospital de simulación como tal, el cual cuenta con cinco salas de simulación, dos salas de choque, dos quirófanos, dos áreas de hospitalización”, agregó.
Para acudir a estos espacios de simulación, las y los estudiantes reciben asistencia virtual previa para conocer el contenido de las prácticas; posteriormente, reciben el material para practicar, realizan una pre-valoración con instructores y atraviesan por las diferentes fases del proceso de simulación, en las que se da atención a los pacientes.

“La última fase es la más importante, porque se genera una reflexión de lo que se hizo durante la práctica para que tengan un aprendizaje significativo. Intentamos resignificar el error para que lo vean como un área de oportunidad”, indicó.
Bribiesca González sostuvo que con esta metodología se busca que las y los estudiantes conozcan sus errores en los procedimientos médicos por medio de los simuladores, y que esto les sirva para adquirir experiencia y seguridad en futuros escenarios con pacientes reales.
“Ya tenemos un año de funcionamiento y ha sido bien recibida por los estudiantes porque les brinda mayor seguridad, tienen la tranquilidad de que aquí pueden hacer el procedimiento las veces que sea necesario, y una vez que vayan a su práctica clínica real ya tendrán el conocimiento, la habilidad y mayor confianza en sí mismos”, resaltó.

Estas prácticas en simuladores enriquecen las materias orientadas a morfología, fisiología, fisiopatología, pero también se capacita a las y los docentes para que conozcan el funcionamiento de estas herramientas tecnológicas y conozcan las capacidades de los dispositivos para implementarlas en sus métodos de enseñanza.
Bribiesca González añadió que ante la buena recepción de estas tecnologías, se buscará complementar el equipamiento con dispositivos que integren inteligencia artificial o que potencialicen la realidad virtual y la realidad aumentada.
“Esto, con la finalidad de dar alcance no solamente para pregrado, sino para ya iniciar con el posgrado, para que también los residentes que se forman en la Universidad de Guadalajara puedan tener acceso a estas tecnologías y generar más conocimientos significativos”, concluyó.