Especialistas debaten temas apremiantes en Foro Ciencia UDG 2025

Con esta primera jornada, el Foro reafirma su compromiso de impulsar la discusión crítica y multidisciplinaria sobre los desafíos contemporáneos de la ciencia, la innovación y el conocimiento, orientados al bienestar social y al desarrollo sostenible del país

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Durante la mañana de este miércoles, en el Foro Ciencia UDG 2025 tuvo lugar el panel “Financiamiento de servicios de salud”, en el que especialistas coincidieron en que las fallas estructurales del sistema sanitario se han convertido en un problema urgente que exige una revisión integral del modelo vigente.

En esta mesa participaron la Rectora del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), Mara Nadiezhda Robles Villaseñor;Eduardo Sánchez Morales, Director de Financiamiento del Sistema de Salud, en la Secretaría de Salud federal; Verónica Gallegos Rivero, Subdirectora de Análisis de Políticas de Tecnologías, en la Dirección General de Modernización del Sector Salud y Juan Pablo Gutiérrez Reyes, investigador Nivel III y Presidente del Panel Independiente de Evaluación del Fondo Mundial.

Robles Villaseñor recordó que México mantiene cifras críticas de obesidad infantil y se ubica entre los primeros lugares de obesidad en adultos. Estas condiciones derivan en enfermedades como diabetes, hipertensión y trastornos metabólicos que demandan recursos imposibles de sostener únicamente desde el ámbito hospitalario y la atención de alta especialidad.

No existe dinero que alcance para atender un modelo que llega tarde, cuando la enfermedad ya se manifestó. Por ello, es indispensable fortalecer la prevención, la educación para la salud y el primer nivel de atención”, subrayó.

Sánchez Morales señaló que la fragmentación histórica del sistema de salud ha generado inequidades persistentes.

A esta problemática se suma la distribución desigual de recursos, apuntó Gallegos Rivero, quien agregó que el acceso a tecnologías y medicamentos modernos depende, en gran medida, de la institución donde se recibe atención.

Gutiérrez Reyes recordó que México invierte entre 2.5 y 3 por ciento del PIB en salud, cifra que representa aproximadamente la mitad de los estándares internacionales.

Aunque programas anteriores –como el Seguro Popular– incrementaron temporalmente el presupuesto, la inversión volvió a disminuir a partir de 2013, profundizando las brechas del sistema. Asimismo, advirtió que los centros de salud en zonas rurales operan en condiciones críticas, con servicios básicos limitados, escaso equipamiento y falta de personal profesional residente. Esta situación, subrayó, genera “un círculo de ineficiencia difícil de sostener”.

Robles Villaseñor recordó que este panorama también refleja desafíos en la formación del personal de salud. Durante su gestión en el Centro Universitario de los Altos (CUAltos), impulsó una reforma curricular en medicina para priorizar la prevención, la nutrición y la educación para la salud; sin embargo, enfrentó resistencias derivadas de la cultura médica tradicional, que sigue asociando el éxito profesional con la atención hospitalaria y las especialidades.

El panel concluyó con la discusión de nuevos esfuerzos interinstitucionales, como el programa impulsado por la Secretaría de Salud y la Secretaría de Bienestar, destinado a llevar servicios de enfermería a los hogares y fortalecer el seguimiento preventivo de la salud.

Los especialistas coincidieron en que México enfrenta una oportunidad decisiva para replantear su sistema sanitario, reducir desigualdades estructurales y avanzar hacia un modelo preventivo que garantice bienestar y dignidad para toda la población.

Fortalecer a divulgación científica

En un contexto marcado por la expansión de la inteligencia artificial, el crecimiento de las redes sociales y el aumento de la circulación de información falsa, académicos y divulgadores participaron en el panel “Los retos de la divulgación científica”, realizado en el Foro Ciencia UDG 2025, en el marco de la FIL de Guadalajara 2025.

Julia Tagueña Parga, Coordinadora de Comunicación, del Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM y reconocida divulgadora científica, abrió la conversación recordando que la humanidad vive “el inicio de una época cuyo destino aún desconocemos”, impulsada por transformaciones tecnológicas profundas. En este escenario, la sociedad debe aprender a adaptarse, pero también a reconocer los riesgos y oportunidades que dichas tecnologías representan, dijo.

Destacó que la presencia masiva de contenidos científicos en redes sociales ha generado un panorama ambivalente:

Las redes sociales han democratizado la conversación científica, pero también nos obligan a abandonar el viejo modelo donde el experto habla y el público sólo escucha. Hoy la divulgación debe ser un diálogo”.

Karla Fabiola Vega Ruiz, Directora de la División de Estudios Jurídicos del CUCSH, subrayó que el desafío no es nada más mejorar la calidad de la información, sino garantizar que las personas puedan ejercer su derecho al acceso al conocimiento científico, reconocido en la Constitución y en tratados internacionales.

“Necesitamos formar a nuestros estudiantes para distinguir información falsa y comprender por qué es vital verificar lo que consumen. Sólo entonces la inteligencia artificial será una aliada para generar conocimiento y pensamiento crítico”, afirmó.

Juan Nepote, Coordinador de Proyectos Especiales del Museo de Ciencias Ambientales (MCA) de la UdeG, destacó que la divulgación científica es clave para asegurar otros derechos fundamentales, especialmente el derecho a la educación. Pese a ello, lamentó, hoy existen menos recursos que hace dos décadas para proyectos de divulgación, lo que limita su continuidad e impacto.

“En un mundo saturado de datos, seguimos sin hacernos las preguntas correctas. Ahí es donde la divulgación puede marcar la diferencia: ayudándonos a interpretar la realidad y transformarla”, subrayó Nepote.

Al cierre de la mesa, la doctora Tagueña Parga reiteró la importancia de enseñar a las y los estudiantes a identificar fuentes confiables, y subrayó que las universidades deben asumir un papel protagónico en ese proceso.

La sesión concluyó con un llamado a fortalecer la divulgación científica como un ejercicio participativo, ético y riguroso, capaz de enfrentar los desafíos de la inteligencia artificial, combatir la desinformación y contribuir al cuidado de la vida y la biodiversidad del planeta.

Concluyó el II Encuentro Internacional de Propiedad Intelectual

Con una jornada que combinó reflexión científica, debate normativo y visión de mercado, este martes 2 de diciembre concluyó el primer día del Foro Ciencia UDG 2025, dentro de la FIL de Guadalajara (FIL). Académicos, investigadores y profesionales de diversas disciplinas dialogaron sobre los desafíos actuales que enfrenta la propiedad intelectual y la inteligencia artificial en el II Encuentro Internacional de Propiedad Intelectual.

A lo largo del día se abordaron temas clave como los retos de la propiedad intelectual en la era de la inteligencia artificial; los derechos de autor en entornos digitales; la divulgación científica en medios contemporáneos, y la importancia de fortalecer los vínculos entre ciencia, empresa y sociedad.

Uno de los momentos centrales fue el panel “Retos actuales de la transferencia de la tecnología”, que contó con la participación de Ramón Willman Zamora, Coordinador de Transferencia de Tecnología y del Conocimiento de la UdeG; Paola Aralid Izaguirre Pérez, galardonada con el Premio Estatal de Innovación, Ciencia y Tecnología en Jalisco; y Gregorio Guadalupe Carbajal Arizaga, investigador del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI).

Durante la conversación las y los especialistas coincidieron en que el éxito de la transferencia tecnológica exige un enfoque integral que incluya la validación de mercado desde etapas tempranas, la colaboración efectiva entre academia y empresa y un acompañamiento especializado en aspectos regulatorios, de manufactura y de comercialización.

Willman Zamora subrayó que, aunque México cuenta con talento científico y un creciente interés del sector productivo, persisten barreras como la escasa cultura de protección intelectual, la dificultad para formalizar acuerdos universidad–industria y la falta de financiamiento para escalar proyectos.

Izaguirre Pérez señaló que muchas investigaciones inician sin comprobar si responden a necesidades reales del usuario final. Y añadió que “la transferencia sólo ocurre cuando ese usuario reconoce valor y está dispuesto a invertir; desarrollar por desarrollar no basta”.

Y Carbajal Arizaga enfatizó que una patente no garantiza por sí misma la comercialización. “Adaptar una invención para hacerla escalable, segura y viable implica un proceso complejo que debe apoyarse en redes de colaboración que contemplen manufactura, normativas sanitarias y mercado”, explicó.

Estas reflexiones se sumaron a otros debates del día, en los que se analizó cómo la inteligencia artificial redefine los marcos de la propiedad intelectual y los desafíos que enfrenta la protección de derechos de autor en un entorno digital en constante transformación.

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