Después de más de 50 años de explotación indiscriminada de sus recursos forestales, el Nevado de Colima, aunque aún persisten sus frágiles condiciones ambientales, está en plena recuperación, que podría verse reflejada en 20 años, sobre todo si son respetados el acuerdos federal y estatal emitidos para protección de su bosque, señala el investigador del departamento de geografía y ordenación territorial, de la Universidad de Guadalajara, Carlos Suárez Plascencia.
“La parte alta del nevado es una zona de coníferas, pinos oyameles, mientras que en la parte media abundan los robles. Muchos árboles son de reciente incorporación y están en recuperación. Son árboles que no sobrepasan los cinco metros de altura, la mayoría de apenas dos o tres metros de altura, por lo que es importante que la gente que suba en esta temporada de invierno no los vaya a destruir o maltratar en sus paseos”.
Agrega que después de que la Compañía Industrial Atenquique durante 50 años (1943-1993) explotara a placer la zona, además de las sierras adyacentes de El Tigre, del Halo y de Tapalpa, ahora el sitio cuenta con una protección adicional emitida hasta hace apenas ocho meses por parte de la Secretaría del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (Semades), lo que permitirá una mejor recuperación de siete mil 213 hectáreas, en los municipios de San Gabriel, Tuxpan, Zapotitlán de Vadillo y Zapotlán el Grande.
“El Parque Nacional Nevado de Colima está en condiciones ambientales frágiles. Es importante protegerlo porque en la parte alta está sobre todo las coníferas y en la parte media de la montaña tenemos el bosque mesófilo. Ambos son importantes por la gran cantidad de especies vegetales que hay ahí y por ser una ‘fábrica’ abundante de agua para los municipios que están a su alrededor”.
El investigador universitario señala que con estos acuerdos federales y estatales se supone que vendrán a proteger el bosque de los especuladores, los taladores clandestinos y de permisos ilegales para construcción de cabañas, complejos deportivos o los dichosos fraccionamientos ecológicos. “Mientras mejor pueda conservarse el bosque tendrán sus pobladores mejor agua y más abundante, y otros recursos como maderas sustentables y plantas medicinales”
Sin embargo, un nuevo fenómeno ha comenzado a suceder desde unos pocos años, como es el cambio de uso de suelo en la parte baja del Nevado que antes eran de cultivos tradicionales como maíz, frijol y caña, mientras que ahora productores de Michoacán han venido a sembrar una gran cantidad de aguacates, “situación que deberá medirse y saber qué tanto puede afectar esta situación, sobre todo porque el aguacate consume mucha agua”.
Urge que caiga nieve
Suárez Plasencia señala que las nevadas que a principios de enero han caído en el Nevado le vienen bien, sobre todo porque es gracias a la nieve que la cubre es posible que conserve más tiempo la humedad y evitar así los temidos incendios que vienen a destruir gran parte de sus áreas, sobre todo como el ocurrido hace dos años que afectó una extensa zona de la parte norte y noroeste del Nevado.
Agrega que al parecer el cambio climático sí ha afectado el macizo montañoso que se yergue por arriba de los cuatro mil 300 metros, “ya que en 1980 había una constante para estas fechas de metro y medio y hasta dos metros de nieve, mientras que ahora apenas si llegó a una capa en la parte alta de 15 centímetros. La nieve que cayó el 7 y 8 de enero ya se derritió”.
Según datos proporcionados por Protección Civil, la nevada más fuerte reportada en los últimos años ocurrió en el invierno 2002-2003, “ya que en ese año había nieve desde el crucero de La Joya hasta las Antenas, con un nivel máximo de un metro 20 centímetros. Esto significa que ya había nieve desde los dos mil 800 metros. Desde esa fecha sólo se han reportado nevadas ligeras que no superan los 15 centímetros en las partes más altas del Nevado de Colima, así como en lo que va del año que la nieve no tiene mayor relevancia”.
El Instituto de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Guadalajara, por medio de la meteoróloga Ana Rosa Núñez, señala que como “estamos en pleno invierno, estas masas de aire frío van a mantener por un buen tiempo. Como condición general este invierno ha estado bastante frío y en las zonas altas como la del Nevado puede ser favorable para que haya mejores nevadas, pero como sabemos eso es impredecible y difícil de pronosticar”.