
El Banco de Leche Materna del centro universitario conserva hasta el 95% de los nutrientes y marca un
precedente mundial en innovación social
El Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) de la Universidad de Guadalajara ha desarrollado una tecnología pionera a nivel mundial que permite convertir la leche materna en polvo, conservando hasta el 95% de sus nutrientes originales. Esta innovación representa un avance significativo para la alimentación de bebés prematuros, huérfanos y aquellos cuyas madres enfrentan condiciones médicas que impiden la lactancia natural.
El Banco de Leche Materna del CUCEI, que opera oficialmente desde hace dos años, surgió de la necesidad práctica de ofrecer a las estudiantes que son madres un sitio donde poder lactar, explica Ariana Rodríguez Arreola, encargada de control de calidad del proyecto.
Lo que distingue a este banco de leche de otros en el mundo es su innovador proceso de conservación. Mientras que los bancos tradicionales pasteurizan, congelan y descongelan la leche—ocasionando una alta pérdida de nutrientes—, el CUCEI ha desarrollado un método diferente que aplica altas temperaturas por tiempos cortos para conservar mejor los nutrientes.
La decisión de convertir la leche en polvo responde a criterios científicos precisos. «Retirarle el agua alarga la vida de la leche, cuando está líquida es más susceptible de que se contamine y se eche a perder», dice Rodríguez Arreola.
El mayor reto tecnológico del proyecto radicó en preservar los componentes más delicados. «La parte de las proteínas y la materia biológica de la leche materna, que son altamente susceptibles a métodos térmicos», señala la especialista.
El equipo está encabezado por la doctora Aguilar en investigación y la doctora Rodríguez Arreola en control de calidad. Colaboran tesistas de doctorado y estudiantes de servicio social de Química en Alimentos y Biotecnología, Nutrición y Química Farmacobiologica, quienes procesan la leche recolectada a través de un convenio con el Hospital Civil.
Los principales beneficiarios son bebés con madres enfermas y bebés huérfanos. «Siempre se busca que se justifique la necesidad de esa leche materna», enfatiza Rodríguez Arreola. Para garantizar la calidad, realizan análisis microbiológicos y bromatológicos que determinan el contenido de grasas y proteínas.
El impacto social ha sido notable: se ha donado leche al Hospicio Cabañas y a los hospitales civiles, dando seguimiento a la salud de los bebés beneficiarios. «Se les avisa a dónde fue la leche y quedan satisfechas aquellas madres donadoras, al igual que han salvado vidas de bebés», comenta la especialista.
Los responsables del proyecto tienen la intención de presentar esta iniciativa en más bancos de leche para que sean más seguros y útiles durante el transporte. «Lo ideal sería que se extienda de forma estatal, pero esperamos que se reconozca dónde fue la original iniciativa», señala Rodríguez Arreola.
Para los próximos cinco años el equipo visualiza mayor impacto y expansión. La participación de la comunidad resulta crucial: «Con difusión, ya que desgraciadamente desconocen que existe un banco de leche», enfatiza sobre las formas en que la sociedad puede apoyar esta iniciativa.
El Banco de Leche Materna del CUCEI marca un precedente para la innovación social desde las universidades, demostrando cómo la investigación académica puede traducirse en soluciones concretas para problemas de salud pública, salvando vidas de los más vulnerables de nuestra sociedad.
Este contenido es resultado del Programa Corresponsal Gaceta UdeG que tiene como objetivo potenciar la cobertura de las actividades de la Red Universitaria, con la participación del alumnado de esta Casa de Estudio como principal promotor de La gaceta de la Universidad de Guadalajara.
MÁS NOTAS