¿No será puro cuento?

En 1991, el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) publicó la antología ¿No será puro cuento…? Relatos de tradición oral, coordinado por Luis de la Peña. 

A más de treinta años de su primera edición, la publicación continúa asombrando con sus narraciones de leyendas de aparecidos, duendes y diablos. Pero también, es material de estudio para María Teresa Orozco López y Jesús Emiliano López Gómez, académicos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), quienes analizaron «El rol de los personajes femeninos en cuentos populares mexicanos para infancias», presentes en el libro.

¿No será puro cuento…? está compuesto por «veinte relatos, de los cuales hay presencia femenina en quince: en cuatro relatos, la mujer aparece como protagonista, en cinco como oponente, en dos como ayudante y en otros cuatro como el objeto de deseo», apuntan los académicos.

Los autores mencionan que en la antología «hay una gran carga mística en la figura femenina. Desde la mujer joven que con su pureza atrae la suerte, pasando por la anciana sabia que preserva las tradiciones, hasta la bruja fatal que busca perpetuar su voluntad mediante el miedo. Aunque en muchas historias la mujer no es protagonista, aparece siempre como un agente de cambio narrativo y cultural».

Para su estudio los académicos, con base en la obra de Vladimir Propp, Morfología del cuento (1928), identificaron primero «los relatos donde hay una presencia relevante de personajes femeninos que puedan entrar dentro de las categorías de heroína, agresora u objeto», siendo estos El hombre que comió diablitos, La tecuanicha y El chololito; y en una tercera parte se reflexionó «sobre los arquetipos femeninos que aparecen en cada uno de estos relatos y cómo se relacionan estas figuras con los temas fundamentales de la antología (lo sobrenatural, lo rural y la muerte) con su contextualidad femenina». 

Entre los resultados, apuntan que «el papel de la oponente o la agresora femenina es el segundo más frecuente» en la antología; «la mayoría de héroes son hombres. Muchos de ellos, pícaros que obtienen su merecido, o curiosos afortunados que se encontraron con su suerte en forma de tesoro».

Más sobre este tema puede consultarse en el libro Análisis del cuento popular mexicano (2024), coordinado por Carmina Alejandra García Serrano, que puede descargarse en este link.